Detenidas cinco personas por la explotación laboral de una pareja marroquí

  • El matrimonio, natural de Marruecos, vivía "en condiciones infrahumanas", según señala la Guardia Civil.
  • Los agentes averiguaron que el hombre fue traído de la comunidad de Murcia "bajo engaño".
Archivo - Coche patrulla de la Guardia Civil
Archivo - Coche patrulla de la Guardia Civil
GUARDIA CIVIL-ARCHIVO
Archivo - Coche patrulla de la Guardia Civil

La Guardia Civil de Cantabria ha detenido a cinco hombres, tres de ellos por su presunta pertenencia a grupo criminal y de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, cuya víctima fue una pareja natural de Marruecos.

Los otros dos detenidos, como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores, eran los empleadores, quienes daban trabajo al hombre y le tenían viviendo, junto a su pareja, "en condiciones infrahumanas", según señala la Guardia Civil en una nota de prensa.

La investigación comenzó en octubre del pasado año cuando la Guardia Civil fue requerida para trasladarse a una cabaña situada en zona montañosa del término municipal de Los Corrales de Buelna, por la existencia de una pareja que podía estar siendo explotada laboralmente.

La mujer estaba enferma

Esta pareja, de 28 y 33 años, fue hallada en una cabaña carente de agua potable, luz "y casi sin alimentos", y además la mujer estaba enferma y tuvo que ser asistida en un centro sanitario.

Tras las primeras indagaciones, los agentes averiguaron que el hombre fue traído de la comunidad de Murcia, "bajo engaño", con la promesa de un contrato de trabajo, sueldo de 1.500 euros, alojamiento y manutención. Fue traslado a Cantabria tras abonar previamente 5.000 euros.

Una vez en esta comunidad, y bajo la mediación de un hombre español, fue trasladado hasta una explotación ganadera del término municipal de los Corrales de Buelna, donde sus dos empleadores le mantuvieron en una cabaña, "trabajando 12 horas diarias y con escasos alimentos".

No tenían agua potable ni luz

La cabaña de unos 10 metros cuadros, anexa a una cuadra, tenía dos literas y escaso mobiliario, y carecía "de las medidas sanitarias mínimas para residir, como un aseo, agua potable, luz o una fuente de calor", indica la Guardia Civil.

Añade que "sobre la cama era habitual encontrar ratas, y cuando quería beber agua tenían que hacerlo en una bañera existente en el campo donde abrevaban las vacas".

Esta persona llegó a Cantabria en septiembre del pasado año, desplazándose posteriormente su pareja, que a su llegada fue trasladada a la misma cabaña.

Tras la liberación de esta pareja a mediados de octubre, la Guardia Civil practicó las dos primeras detenciones, dos hombres de 41 y 18 años, españoles y vecinos de Los Corrales de Buelna, como las personas que emplearon al hombre.

La investigación continuó para averiguar quiénes estaban tras el presunto delito de trata de seres humanos.

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