Anthony LaPaglia, más conocido por su papel de Jack Malone en Sin Rastro, visitó Madrid para presentar la séptima temporada, cuyo avance podrá verse en AXN el próximo 18 de junio. Con esta entrega la serie policíaca producida por Jerry Bruckheimer concluye, ya que la CBS ha decidido no renovarla.

Hay rumores sobre que quizás la serie no renueve ¿cree que la trama de Sin Rastro está agotada?

Es cierto, pero no creo que la trama esté agotada. Fue una decisión política entre Warner y la CBS, quienes han tenido últimamente muchos problemas entre ellos. Nosotros somos los inocentes que reciben un balazo.

Se nota resignación en sus palabras.

Llegó un punto en el que me di cuenta de que eso iba a suceder y puedes reaccionar de dos maneras: enfadarte o ponerte filosófico. Creo que esta es la manera que tiene la vida de decirme que ya toca hacer otra cosa. Tengo un tatuaje en italiano que dice que si un problema no tiene solución, por qué preocuparse.

¿Va a echar de menos a su personaje?

No. Después de siete años, especialmente al final del último, empecé a darme cuenta de que a los guionistas se les había acabado un poco la chispa y planteaban menos desafíos. Además, pasé mucho tiempo intentado que el personaje fuese más humano en lugar de un superhéroe perfecto y ya se me estaban acabando las ideas de cómo podía hacerlo.

¿Qué ha aprendido de Jack Malone?

Me ha hecho ser más consciente de los peligros que hay ahí, sobre todo, para los niños. Y empiezas a descubrir cuáles son los riesgos que tienen tus hijos porque, por ejemplo, los problemas de pederastia en EE UU salpican incluso al gobierno.

¿Por qué dudó cuando le ofrecieron el papel, no le gustaba la televisión?

Me crié en una época en la que el teatro miraba a la televisión como un medio de segundo nivel, aunque cuando llegó la serie esa mentalidad ya había cambiado. No obstante, tenía dudas por meterme en algo que pudiera durar tanto tiempo. Necesito desafíos constantemente y al estar en una serie esos desafíos no iban a ser tan frecuentes como a mí me hubiese gustado.

¿Y qué hizo?

En lugar de frustrarme decidí aprender cómo funciona la televisión. Cuando estaba aburrido iba a ver cómo hacían los montajes, la fotografía, presupuestos... si piensas lo suficiente puedes convertir cualquier cosa en algo positivo. Ahora mismo, si quisiera podría hacer una serie.

¿Qué le llevó a terminar escribiendo dos capítulos de la serie?

Me pareció que empezaban a ser muy planos. Me metí bastante con los guionistas porque me daba la impresión de que no estaban esforzándose lo suficiente y lo que hice fue involucrarme en su proceso creativo.

¿Y es usted un buen guionista?

Me di cuenta de que no era tan fácil. Pasamos de 18 a 28 capítulos por temporada, y los pobres guionistas tenían un trabajo monumental para seguir sacando cosas interesantes cada semana.

Resulta sorprendente encontrar a una estrella de Hollywood que diga las cosas tan claras. 

Me da igual lo políticamente correcto, he aprendido que la persona a la que ofendes hoy, en cinco años ya no estará donde estaba. En 25 años, decir lo que pienso me ha llevado a meterme en problemas y ha perjudicado incluso a mi carrera. Por eso, en EE UU evito hacer ruedas de prensa y entrevistas. Además, la cadena prefiere incluso que no las haga y envía en mi lugar a otros compañeros. Pero duermo muy bien por la noche.

En principio usted no iba para actor.

De hecho quería ser jugador de fútbol profesional y me dediqué a ello durante seis años. Cuando llegó el momento de retirarme no tenía muchas opciones y pensé en meterme a profesor. Después de un tiempo me di cuenta de que hay que tener vocación para dedicarse a ello porque si no estas comprometido es difícil.

¿Es fan de Iker Casillas?

Es uno de los mejores porteros del mundo junto con Gianluigi Buffon. Peter Cech me parece muy bueno, pero Casillas es más versátil. Hay que recordar que empezó con 18 años en un equipo como el Real Madrid y es muy duro mantener esa posición.