Lo latino vende en Hollywood y Eva Mendes se está convirtiendo en uno de sus máximos exponentes junto con Jennifer Lopez y Penélope Cruz. Después de triunfar con La noche es nuestra y The Spirit, Eva encarnará a La reina del Sur en la adaptación de la novela de Arturo Pérez Reverte para televisión, con Ben Kingsley y Josh Hartnett en el reparto.

La protagonista, Teresa Mendoza, es una joven que se verá atrapada en el violento mundo del narcotráfico. Algo muy alejado de la personalidad de Eva Mendes, que se confiesa "una hippie de corazón" en una entrevista concedida a 20 minutos en Estambul (Turquía), donde la actriz ejerció de Embajadora del Placer para Magnum, firma de la que es imagen.

Su madre, su fuerza

"Haz el amor y no la guerra, yo soy ese tipo de chica", nos confiesa Eva. "Mi lema personal es no herir a nadie, ni física ni emocionalmente, y esto me ayuda a decidir cuando tengo ante mí situaciones difíciles. Llevo una hippie dentro".

Eva, nacida en Miami (EE UU) y de orígenes cubanos, pertenece a una familia sencilla. Su madre, con la que está siempre en contacto, es su modelo. "Mi madre tuvo una vida muy dura, lo pasó muy mal pero nunca perdió la sonrisa. Ella me ha enseñado que hay que reír más, aunque sé que es difícil". En este sentido, su madre y también sus hermanas la ayudan a mantener los pies sobre la tierra. "Mi familia es brutalmente sincera conmigo".

La actriz es consciente del efecto de la fama, y de que muchas compañeras de profesión se convierten en auténticas fashion victims. "Muchos creen que soy una compradora compulsiva pero no es así. En realidad, el lujo en el que gasto más dinero es en darme masajes".

A pesar de todo, Eva sabe que su físico es importante, y aseguró que no renuncia a las delicias del paladar. La pizza y el chocolate son su debilidad. "No creo en las dietas, pero trabajo mucho cada día. ¡Ojalá hubiera algo alternativo al gimnasio!".

Disfrutar sin culpabilidad

Eva Mendes admite que le encanta buscar nuevos placeres y que "lo importante es disfrutar sin sentirse culpable". Así, se convirtió en la primera persona en someterse al test del placer, una iniciativa de Magnum realizada por psicólogos británicos para conocer la capacidad para sentir placer y cómo potenciarla. La actriz obtuvo un coeficiente de 160 sobre 100. El test está abierto a cualquiera en www.mymagnum.es y sus resultados formarán parte de un estudio.