Según el escrito de acusación de la Fiscalía, recogido por Europa Press, Julio S.M. y Manuel V.H., aprovechando que trabajaban en las entidades Autocares Sedisur y Transportes Ruiz, gracias a lo cual contaban con "una tarjeta de crédito de Solred para el repostaje de vehículos"; entre 2003 y 2009 usaron las tarjetas de las que gozaban para "facturar un repostaje mayor que el efectivamente realizado, incluso en muchas ocasiones superior a la capacidad del vehículo, entregando el personal de la gasolinera el sobrante en metálico".

Tal practica, según la Fiscalía, la centraron los acusados en la estación de servicio San Francisco Javier de Sevilla capital y Fuentenueva de Granada.

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Además, Manuel V.H. habría convencido a las también acusadas María José A.O., Erika R.H., Raquel A.G. y Mirella V.A., empleadas de la gasolinera Carburantes Villanueva del Ariscal de dicha localidad del Aljarafe sevillano, para la misma práctica "tanto con los autocares que le eran encomendados como con su vehículo particular y el de su yerno", José L.R., también acusado y que "facilitaba las maniobras de su suegro, para así obtener el repostaje de su vehículo a cargo de la empresa" del mismo.

De tal manera, "llegaron a facturar hasta 17.733 euros en la estación de servicio de Villanueva del Ariscal, sin que conste que las empleadas percibieran cantidad alguna a cambio de su intervención".

Dado el caso, la Fiscalía detecta un presunto delito de estafa, solicitando para Julio S.M., Manuel V.H., María José A.O. y José L.R. dos años de prisión como autores del delito y para Erika R.H., Raquel A.G. y Mirella V.A. cinco meses de cárcel como cooperadoras necesarias, con la atenuante de confesión en el caso de estas últimas.