Qué es la luz azul y cómo podemos proteger nuestra piel de ella para que esté sana, bonita y radiante

La luz de las pantallas puede acelerar el envejecimiento.
La luz de las pantallas puede acelerar el envejecimiento.
PEXELS
La luz de las pantallas puede acelerar el envejecimiento.

Se estima que de media pasamos hasta 12 horas diarias delante de una pantalla, tiempo que se ha incrementado durante la pandemia debido al teletrabajo y a un mayor consumo de televisión, series en streaming y redes sociales.

Tanto la pantalla del ordenador que usamos para trabajar, como la de los móviles, tabletas o televisores emiten lo que se denomina luz azul, un tipo de radiación lumínica que también emite el sol entre las nueve de la mañana y las ocho de la noche.

Es por esto que al percibir este tipo de luz, nuestro organismo comienza a despertarse y a estar en alerta para afrontar un nuevo día, sin embargo, un exceso de esta puede ocasionarnos varios problemas, sobre todo para nuestra piel.

Como ya hemos comentado, la luz azul nos estimula y nos despierta, haciendo más difícil conciliar el sueño. Las pocas horas de sueño hace que se empeore la regeneración nocturna de la piel y aumenta la dificultad de la curación de heridas.

Pero ahí no queda todo, además de alterar los ritmos circadianos, también potencia los efectos de la radiación UVB y UVA, acelera los eritemas y quemaduras solares, contribuye al fotoenvejecimiento y favorece la hiperpigmentación en las pieles oscuras.

Uno de sus efectos más temidos es que también incrementa el envejecimiento prematuro de la piel ya que fomenta la aparición de radicales libres y del estrés oxidativo, causando deshidratación de la piel que puede llegar a la xerosis y destruye las fibras de colágeno, elastina y ácido hialurónico, haciendo que aparezcan más arrugas y falta de firmeza. Otra de sus consecuencias es que activan los melanocitos responsables de la pigmentación, causando manchas y tono desigual.

A raíz de la pandemia, los efectos de la luz azul han comenzado a preocupar más en el grueso de la población, sin embargo, actualmente no encontramos muchos productos que nos protejan de ella.

Por suerte, cada vez son más las marcas que apuestan por proteger nuestra piel de todos los tipos de radiación, como Segle Clinical. Para luchar contra la luz azul y sus efectos acaban lanzar Blue Balance (49,90 €),  un sérum hidratante, reequilibrante y antioxidante con extracto de espirulina que protege la piel del efecto de la luz azul de las pantallas, previniendo la deshidratación y el envejecimiento prematuro, oxigenando y facilitando la regeneración natural de la piel.

Se trata de un sérum hidratante perfecto para pieles sensibles, mixtas y grasas que ayuda a disminuir las rojeces y reacciones inflamatorias. Además, equilibra el exceso de grasa de la piel mejorando a su vez la apariencia de los poros y dejándola libre de imperfecciones.

Está formulado con ácido hialurónico, glucosamina, extracto de alga spirulina, niacinamida al 5%, gluconolactona, probióticos y prebióticos haciendo que la piel recupere el equilibrio hídrico desde el interior, que la función barrera y la mircobiota estén más reforzadas, la piel se vuelva más resistente, se reduzcan las inflamaciones y se calmen calma las rojeces.

Un ingrediente muy novedoso es la espirulina, cuyo extracto evita el envejecimiento prematuro de la piel, corrigiendo las manchas y mejorando la luminosidad, a la vez que mejora la firmeza y reduce las arrugas.

El alga de espirulina usada en Blue Balance se trata de un activo de biotecnología azul (sacada del agua) que proviene de los lagos helados de los Pirineos. Al sufrir una radiación UV extrema, sintetiza varios ingredientes para defenderse: phycocyanina y fotoliasa, que ayudan a proteger las células de la luz azul, previenen el daño oxidativo, actúan como escudo protector y reparan el daño que causa la radiación en el ADN de las células de la piel.

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