La Guardia Civil se dispone a profundizar en la búsqueda de Anna y Olivia, las niñas de 1 y 6 años de edad que desaparecieron la semana pasada junto con su padre, Tomás Gimeno, en el mar junto a Tenerife. Los agentes usarán un sónar de barrido lateral para hacer una radiografía del fondo marino. 

Según ha adelantado el periodista Nacho Abad en el programa Espejo Público de Antena 3, una empresa privada ha cedido a la investigación el dispositivo para rastrear el fondo marino en busca de posibles objetos que haya echado al mar Gimeno durante su presunta huída.

El padre de las niñas desapareció junto con ellas el pasado 27 de abril, cuando hizo una llamada a la madre de ellas, Beatriz Zimmerman, advirtiéndole que no las volvería a ver.

Zimmerman denunció los hechos y desde entonces la Guardia Civil tiene activo un operativo para encontrarlas. Varios testigos vieron a Gimeno abordar una embarcación en el puerto deportivo Marina de Santa Cruz tras haber embarcado varias maletas y bultos. Pocas horas después, los agentes encontraron ese vehículo a la deriva y abandonado en la zona del puertito de Güimar, al sur de Santa Cruz.

Rutas de escape

Una de las hipótesis apunta a que Gimeno podría haber transbordado a otra embarcación más grande y poner rumbo con las niñas a África o Sudamérica. Ahora, los investigadores quieren rastrear en el fondo del mar en busca de pistas. Objetos que Gimeno haya podido echar al mar en su huída. 

Espejo Público apunta a que, pese a contar con un sónar, la búsqueda será complicada, porque el fondo marino en Tenerife no es llano, sino volcánico y lleno de rocas que pueden ser confundidas con toda clase de objetos. Se calcula que la zona en la que fue hallada la embarcación tiene una profundidad de entre 200 y 600 metros.