Parece una avenida en mitad del mar. El mayor puerto deportivo de Galicia, que se construye junto al Dique de Abrigo, estará listo en junio. Aunque después de casi dos años de trabajos ya cuenta con algunos barcos amarrados. Pocos teniendo en cuenta que podrá albergar hasta 700 en sus dos kilómetros de pantalanes.

El gerente de la empresa constructora encargada del proyecto (Abeconsa), José Luis Molina, hizo ayer de anfitrión en una visita de los medios a las obras y aseguró que el puerto tiene más cifras de récord: será uno de los más grandes de España y contará con el mayor rompeolas de toda Europa (400 metros) para defenderse de los temporales.

En las obras, con un presupuesto de 13 millones, participan más de 300 operarios, que han tenido que reservar espacio para que el lujo asome en los pantalanes.Están preparados para albergar barcos de hasta 45 metros de eslora y, dependiendo de la duración del contrato, cada amarre fijo puede llegar a costar hasta 335.000 euros.

Una vez en tierra, los pasajeros podrán ir de tiendas o entrar en la cafetería y el restaurante que se levantarán en la explanada del complejo de San Antón. Estará encima de un parking de 300 plazas. La construcción del aparcamiento y el edificio obligó a comerle terreno al mar, y los operarios vaciaron lo que equivaldría a 21 piscinas olímpicas para poder levantar la estructura.

Primer enlace en Langosteira

El Ministerio de Fomento adjudicó ayer el proyecto de acceso por carretera al puerto exterior. Con un presupuesto de 1,2 millones, punta Langosteira quedará enlazada con la autovía a Carballo (AG-55). A falta de que el Gobierno garantice los accesos por ferrocarril antes de que concluyan las obras (2011), el puerto exterior logra así un enlace que la Autoridad Portuaria había señalado como «fundamental» para el tráfico de mercancías de manera eficaz.

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