La empresa tecnológica Bodet instala sistemas de reconocimiento facial para fichar en instalaciones gallegas

La empresa tecnológica Bodet ha comenzado a instalar terminales de reconocimiento facial para facilitar el fichaje de trabajadores sin utilizar superficies de contacto o materiales físicos, "y así evitar riesgos de contagio por contacto de la covid-19".

El reconocimiento facial como método de identificación permite al trabajador, tal y como ha informado la compañía, fichar -registrar las horas de entrada y salida- sin manipular directamente ninguna superficie, a diferencia de los métodos más tradicionales como la tarjeta de acceso y el escaneo de huella dactilar.

Desde que el Gobierno implantó el control de acceso en el centro de trabajo, en 2019, y hasta la llegada del coronavirus, en marzo de 2020, estos dos sistemas eran los más utilizados por las compañías. El miedo al contagio por contacto, sin embargo, ha llevado a muchas empresas a buscar sistemas alternativos que eliminen el contacto físico directo -con el dedo, en el caso de la huella dactilar-, o indirecto -con la tarjeta-, entre la persona y el aparato encargado de los registros horarios.

Así, Bodet ha indicado que, en los últimos 12 meses, las peticiones recibidas para este tipo de productos se han incrementado en un 80%, "pasando a representar el 10 de su facturación total a acrecentar ese porcentaje hasta el 40%".

"La demanda de terminales se disparó en 2018 y 2019 por la ley que hizo obligatorio el control de entrada y salida de los trabajadores. Pero en 2020 y 2021 lo que se busca es tecnología que implique cero contacto. Y puesto que los precios son muy similares estamos percibiendo un cambio de tendencia claro en las preferencias de las empresas", ha señalado el responsable de Grandes Cuentas de Bodet, Jesús Santos.

La compañía ha explicado que la instalación del terminal, "de fabricación europea", como el propio aparato y su configuración, "apenas supera" los 1.400 euros y que, además, es compatible con el fichaje mediante tarjeta identificativa, "lo que permite tener registrados los rasgos faciales de la plantilla de cualquier empresa, pero a su vez habilitar un sistema de acceso garantista para visitas ocasionales o proveedores".

PRIMERAS INSTALACIONES EN GALICIA

La identificación por huella facial imposibilita además que una sola persona fiche por todos sus compañeros, algo que sí puede ocurrir con las tarjetas, por ejemplo, "que pueden pasar de mano en mano". "Esto impediría cualquier tentación de picaresca o fraude por parte de cualquier trabajador de la compañía", ha destacado Bodet.

"Los sistemas de control de presencia permiten al trabajador poner coto a las horas extra no remuneradas, pero sobre todo ayudan al empresario a controlar el absentismo laboral, que es uno de los sumideros por los que se van parte de los beneficios de una empresa", ha subrayado la directora de Bodet, Isabel Cantó.

La compañía española, con delegación en Galicia, que ya ha puesto en funcionamiento este tipo de tecnología en empresas como Sanitas o en la sede de la Federación Española de Fútbol, ha instalado los primeros terminales en Galicia en el albergue Benvido y en la cafetería-restaurante Monte do Gozo.

"Galicia es un territorio con una creciente pujanza empresarial, que está haciendo un amplio esfuerzo en la modernización de sus estructuras y procesos, y por eso es un lugar en el que hemos decidido abrir una delegación", ha apuntado el delegado de Bodet Galicia, Carlos Carballo.

Los clientes gallegos que ya disponen de estos sistemas han mostrado su satisfacción ante la seguridad que supone esta tecnología. "Es de agradecer que la empresa ponga a disposición de los trabajadores sistemas de control de acceso lo más seguros posible. Si podemos fichar sin tener que pasar una tarjeta o poner nuestra huella en un dispositivo, más seguro para nosotros y más seguro para nuestros clientes", ha comentado la responsable de Sala en Monte do Gozo, Beatriz López.

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