"La institución provincial continúa con su línea de responsabilidad y apoyo a los habitantes de la provincia y sus necesidades, para hacerlo además compatible con los intereses de los ayuntamientos. Por eso, se ha aprobado un nuevo calendario fiscal que plantea el retraso en el cobro de tributos a los vecinos, asegurando el pago a los ayuntamientos de la provincia", explica en un comunicado remitido a Europa Press.

La práctica totalidad de los municipios tiene transferido este servicio a la institución provincial, de manera que, con esta medida, la Diputación pretende "ayudar" a los sectores que están teniendo dificultades para llevar a cabo su actividad, sin que los ayuntamientos sufran "menoscabo", tal y como ha señalado el presidente, Miguel Ángel de Vicente, quien ha insistido en la necesidad de propiciar que comiencen a pagar cuando estén en pleno desarrollo de su actividad.

De esta manera, este calendario plasma el retraso en el cobro de los tributos locales y la ampliación del plazo y para poder desarrollar este nuevo calendario, la Diputación ya ha hecho la correspondiente operación de crédito de Tesorería por veinte millones de euros, para que los ayuntamientos no sufran menoscabo en los plazos en que van a recibir la parte proporcional de los tributos locales, aunque la institución provincial no los haya cobrado.

De hecho, la institución provincial ha procedido ya al pago del anticipo del 22,5 por ciento de la recaudación del pasado ejercicio que supera los 9,8 millones de euros. Así, "la Diputación va a adelantar a los ayuntamientos los tributos locales que luego se encargará de recaudar a los contribuyentes", añade.