El 112 de Castilla-La Mancha protagonizó una rocambolesca historia propiciada por un error de comunicación: los servicios de emergencia entraron en la casa equivocada y se fueron sin que el inquilino de la misma se enterara de nada.

Tal y como recoge El Digital de Castilla-La Mancha, los hechos ocurrieron el pasado domingo 25 de abril, cuando el 112 recibió hasta tres llamadas alertando de que un señor había sufrido una caída en casa y tenía problemas.

Hubo un error a la hora de transmitir los datos y los bomberos acudieron a otro domicilio. En él, situado en el barrio del Polígono, dormía José Luis Carbonell, un septuagenario con un 90% de discapacidad auditiva.

Los bomberos llamaron a la puerta y al no recibir respuesta, pensaron que el hombre estaba en problemas, por lo que decidieron usar la escala y entrar por el balcón, para lo que tuvieron que romper un cristal de la vivienda.

José Luis, que se había quitado los audífonos para dormir, no oyó nada. Los bomberos y los sanitarios que accedieron a la vivienda se dieron cuenta del error, comprobaron que José Luis estaba en la cama, dieron por hecho que estaba durmiendo 'la mona' y con las mismas se fueron.

"Si le despiertan y ve en su casa a bomberos, policía y cuerpo médico a lo mejor le habría dado un infarto", dijo Ana, la hija de José Luis, a El Digital de Castilla-La Mancha. "Cuando mi padre se levantó y vio el cristal roto, las llaves de la calle cambiadas de sitio y diferente documentación personal también removida se asustó muchísimo", añadió. Fueron los vecinos los que explicaron al anciano lo ocurrido.

Posteriormente, José Luis acudió con su familia a la Comisaría de Policía a pedir explicaciones. "A mi padre se le acusó sin ningún tipo de prueba, solo basándose en presuposiciones, de haber llamado tres veces al 112 en estado de embriaguez. ¿Por qué? Porque, supuestamente, su casa olía a alcohol", dijo la hija.

"Lo que obviaron o quisieron obviar es que se trataba del olor que desprenden los geles hidroalcohólicos y esprays que mi padre utiliza desde que su hermano falleció por Covid. Por eso pensaron que estaba borracho y que era la causa de que no se despertase", añadió la mujer.

"Tras permanecer tres horas en comisaría explicando varias veces que mi padre no bebe y que, dada su discapacidad auditiva, no pudo realizar las llamadas al 112, conseguimos que nos pusieran la grabación", dijo Ana Carbonell. 

"Cuando escuché la llamada supe que aquel señor no era mi padre. Se trataba de otro hombre de 82 años que, efectivamente, sufrió una caída y que dio una dirección que coincidía con el piso y el bloque pero no en el número de edificio", reveló.

Lo que no se sabe es qué ocurrió con el hombre que se había caído, porque según El Digital de Castilla-La Mancha, el 112 dio por finalizada la actuación tras irse de casa de José Luis.

"Cuando hay un error debemos disculparnos"

"Debemos reconocer el extraordinario trabajo que realizan y que todos nos podemos equivocar algún día, pero cuando hay un error debemos disculparnos", dice la familia.

"Queremos que reconozcan su metedura de pata y que se hagan responsables de los daños materiales", concluye la hija de José Luis.