La vida de Lucía Sánchez dio un vuelco cuando entró en La isla de las tentaciones. Salió de allí sola, pero meses tardes iniciaba una relación con uno de los tentadores, Isaac, conocido como el lobo. 

Parece que la relación entre la joven gaditana y el catalán va viento en popa, como así ha reconocido ella en su recién estrenado canal de Mtmad, plataforma de vídeo de Mediaset en la que las caras más jóvenes hacen vídeos hablando de sus vidas. 

En el tercer vídeo que ha subido al sitio web, Lucía se ha sincerado sobre sus retoques estéticos y su cambio físico. "Antes de entrar a La isla era una persona totalmente infeliz. Tenía la autoestima baja", empieza diciendo. Comenta que tras la experiencia en el reality se dio cuenta de que ella valía mucho más y empezó a sentirse mejor consigo misma. 

"Decidí hacerme unos retoquitos, que ya había pensado en hacerme", continúa. Lucía confiesa que no se había hecho retoques estéticos antes porque tenía personas a su lado que "siempre" le decían "no te hagas eso". 

De lo que más ganas tenía era de aumentar el grosor de sus labios y así lo hizo cuando abandonó el programa de Telecinco. Explica que le dijeron que quizá podía hincharse un poco, pero el resultado fue mucho peor de lo esperado. "Parecía que me habían pegado una paliza", advierte. 

Tras los labios, el siguiente retoque estuvo dedicado a rellenarse las ojeras. "Me vi mucha claridad, me aclaró un poquito, que era lo que yo quería". Lucía asegura que con el estrés pierde el pelo de las cejas, tenía "como calvas" en esa zona y es por ello que optó por una técnica llamada micropigmentación. 

Asimismo, se ha hecho un tratamiento para la piel, "un láser que te cerraba el poro de la piel, te pelaba la piel también", comenta. "Era para darme luminosidad, para que quedara el tono de la piel más uniforme", dice la joven. Lo que no se esperaba es que tras este procedimiento se sintiera como si se hubiera quemado mucho en la playa, algo que es normal en este tipo de intervenciones.

Esos son todos los retoques estéticos que se ha hecho desde su paso por La isla de las tentaciones. Ha explicado que durante la grabación del programa lo pasó muy mal y perdió mucho peso, llegó a República Dominicana pesando 40 kilos y que no se gustaba nada: "Estaba de cuerpo y de mente absolutamente destruida".  

En La isla se dio cuenta de que quería remediar esa situación y confirma que desde que llegó a su casa en Puerto Real (Cádiz) se sintió bien y feliz con ella misma. "Estoy absolutamente a favor de los retoques estéticos", añade Lucía haciendo referencia a que quizá en un futuro se haga algo más. 

En el vídeo, además de hablar de tú a tú con sus seguidores, la gaditana va a una clínica estética de Barcelona, junto a Isaac, para volver a rellenarse el labio y retocar lo que ya tiene hecho. Pero no solo se sirve de la cirugía para verse bien, Lucía quiere retomar el ejercicio físico apuntándose al gimnasio para sentirse así cien por cien a gusto con ella misma.