A pesar de las quejas y de la preocupación en partidos políticos y comunidades autónomas, el Gobierno sigue adelante con su plan de que el 9 de mayo decaiga el estado de alarma. Es previsible que para entonces la pandemia siga sin estar controlada, pero para ese día ya no será posible aplicar las medidas que el mismo Ejecutivo ha defendido hasta ahora como necesarias: restringir los movimientos y el número de personas en reuniones sociales. En su lugar, insiste en que las autonomías tienen los instrumentos necesarios y quiere que el control de la pandemia descanse en las pruebas diagnósticas que se hagan a los ciudadanos, en la reducción de aforos de todo tipo de establecimientos por parte de las comunidades o en el rastreo de contactos de personas contagiadas.

"El próximo 9 de mayo finaliza el plazo para prorrogar el estado de alarma", ha proclamado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en la última comparecencia prevista en el Congreso antes de esta fecha. "La previsión es que concluya", ha insistido, sabedora de las dudas y quejas que esto provoca en la oposición y en los gobiernos autonómicos, que exigen al Gobierno "herramientas" o un "marco jurídico" para poder seguir controlando la pandemia.

Darias ha advertido a los diputados que cuando acabe el estado de alarma, sus comparecencias entrarán en "una nueva etapa", aunque se ha mostrado dispuesta a seguir compareciendo en el Congreso y Senado tantas veces como sea requerida. 

Sin hacer los deberes

Lo que también entrará en una nueva fase es la manera en la que el Gobierno afrontará la pandemia. No será ni con un nuevo decreto de alarma, como han pedido regiones como Andalucía, o que, al menos, se aplique en algunos territorios, como sugiere el País Vasco. Tampoco con la reforma de la Ley de Salud Pública de 1986 como este jueves ha vuelto a reclamar el PP a Darias y también aconseja desde el Consejo de Estado hasta el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. "Siguen sin hacer los deberes y empecinados en no ar la razón a quienes llevamos pidiendo un año que hay que tener actualizada la legislación", ha reprochado la portavoz popular de Sanidad, Ana Pastor.

No ha sido la única, también la diputada de PDeCAT Concep Cañadell ha reclamado a la ministra "cuál va a ser la alternativa al estado de alarma, con qué alternativas jurídicas contarán las comunidades".

Rastreadores y aforos

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Darias ha seguido haciendo oídos sordos a una reforma legislativa o garantías jurídicas y, en su lugar, se ha referido a las "herramientas" para hacer frente a la pandemia a partir del 9 de mayo. Ha empleado el mismo término que llevan usando comunidades de todo signo, que vienen reclamando una alternativa "concreta" al estado de alarma, que les permita mantener restricciones de movimiento o de reunión, incluido el toque d queda nocturno. Ninguna de estas tres cuestiones figuran en los principales instrumentos a los que se ha referido Darias este jueves.

Uno de ellos, el "principal", es la "Estrategia de detección precoz, control y vigilancia de la Covid" que pivota sobre las pruebas de diagnóstico para conocer el número de contagiados e incluye también el trazado de los contactos, con los famosos rastreadores, que el verano pasado ya se demostraron poco numeroso e ineficientes en algunas comunidades. También incluye la secuenciación genómica que identifica las distintas variantes del virus, como la india que más preocupa en estos momentos.

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La segunda herramienta con la que el Gobierno cree que se puede frenar la pandemia tras el levantamiento del estado de alarma es la declaración de actuaciones se coordinadas que acordaron con las comunidades autónomas. Se trata del conocido "semáforo" en el que a cuatro niveles de riesgo en función de la situación epidemiológica corresponde un determinado catálogo medidas de carácter voluntario. Otras, son "de obligado cumplimiento", ha dicho Darias en referencia a planes como los de Navidad o Semana Santa, pero que estuvieron amparados por el estado de alarma. Estas medidas se basan principalmente en la reducción de los aforos o incluso el cierre de todo tipo de establecimientos -ocio, trabajo, estudios o deporte-.

"Son dos de nuestras principales herramientas para hacer frente al virus con medidas no estrictamente sanitarias. Son de carácter vivo, sujetas a actualización y han resultado esenciales para afrontar las distintas situaciones que se han dado en distintos sitios", ha defendido Darias sobre los planes para después del 9 de mayo.