Juicio contra un mosso que agredió a un periodista durante una manifestación: la Fiscalía pide casi tres años de cárcel

  • Un agente antidisturbios le golpeó con la porra y le rompió un dedo de la mano, a pesar de que le dijo que era periodista.
  • Durante el juicio, el mosso ha negado la agresión y ha defendido que la actuación policial de aquél día fue "correcta".
  • El Ministerio Público cree que el acusado tenía un “evidente afán de lesionar la integridad física” del reportero.
Agentes antidisturbios de los Mossos d'esquadra durante una de las protesta por el 'Banco Expropiado' de Gràcia, en mayo de 2016.
Agentes antidisturbios de los Mossos d'esquadra durante una de las protesta por el 'Banco Expropiado' de Gràcia, en mayo de 2016.
ACN
Agentes antidisturbios de los Mossos d'esquadra durante una de las protesta por el 'Banco Expropiado' de Gràcia, en mayo de 2016.

La Audiencia de Barcelona ha empezado este jueves a juzgar a un agente de la Brimo de los Mossos d'Escuadra por supuestamente haber agredido a un periodista que cubría una de las manifestaciones a favor del ‘Banc Expropiat’ de Gràcia en mayo de 2016. Un agente antidisturbios golpeó con la porra al reportero y le rompió un dedo de la mano, a pesar de que la víctima le dijo que era periodista. 

El acusado, que solo ha respondido a su abogado, ha negado haber agredido al redactor y su defensa ha intentado desvirtuar los videos y las fotos del momento de los hechos. 

La fiscalía reclama dos años y nueve meses de cárcel, mientras que la acusación particular y popular, ejercida por el Centro por los derechos humanos Irídia, pide cinco años de prisión e inhabilitación

El suceso

Los hechos ocurrieron el 25 de mayo de 2016, durante la tercera noche de disturbios provocados por el movimiento ‘okupa’ en protesta por el desalojo del llamado ‘Banc Expropiat’, una antigua sucursal bancaria cerca de la plaza de la Revolución del barrio de Gràcia de Barcelona. 

Cuando ya hacía horas que habían comenzado los incidentes, una mujer de edad avanzada y vestida de blanco se encaró con los antidisturbios y les recriminó que no pudiera pasar por la calle Mare de Deu dels Desemparats, que desembocaba en la plaza y al banco. La mujer levantó la visera del casco del jefe del dispositivo policial y este la empujó, haciéndola caer al suelo. La escena fue grabada y fotografiada por varios periodistas que había en la zona.

Acto seguido hubo un lanzamiento de una botella de vidrio desde la zona de los manifestantes hacia los policías, seguido otros lanzamientos, así como una valla metálica que rompió el tendón de Aquiles de un caporal de la Brimo, supuestamente tirada por un fotoperiodista. Esto provocó que la línea policial, formada por agentes con escudo y un agente con la porra justo detrás de cada uno, avanzara hacia la plaza y en dirección a los manifestantes, cargando contra algunos de ellos. Varios periodistas se situaron en los laterales de la calle, aprovechando las entradas de portales y comercios.

Según las acusaciones, el agente de detrás del escudero que estaba más cerca de la pared derecha de la calle, subiendo hacia la plaza, pasó por ante unos periodistas y los amenazó con la porra. Levantaron los brazos gritando que eran periodistas, pero el mosso fue directamente hacia la víctima, Jesús Rodríguez, de ‘La Directa’, que en aquel momento no llevaba puesto el brazalete de prensa, y le dio un golpe de porra en el muslo. Le siguió persiguiendo hasta la plaza mientras le daba más golpes de porra. Allí la línea policial se detuvo, pero el agente la sobrepasó para golpear una última vez al periodista. El golpe le rompió el dedo anular de la mano, cosa que le impide flexionarlo totalmente. 

La fiscalía cree que el acusado tenía un “evidente afán de lesionar la integridad física” del periodista, y lo golpeó “de manera gratuita”.

El agente niega la agresión

El juicio ha empezado este jueves con la exhibición de dos vídeos simultáneos, grabados desde puntos diferentes, con secuencias a cámara lenta y dónde teóricamente se identifican a la víctima y al agresor. El acusado ha dicho que se identifica en uno de los vídeos, pero no en el otro, donde se ve al agente golpeando la mano del periodista, y de hecho asegura que los dos vídeos no son del mismo momento. El mosso ha dicho que no era el único agente zurdo de su equipo y que en ningún momento se adelantó a la línea policial. En todo caso, ha dicho que el golpe de porra que se ve en las imágenes es correcto técnicamente, porque no quería “impactar”, sino “marcar una distancia de seguridad”. También ha dicho que el agente que se avanzó a la línea lo hizo para poder ver qué había en la esquina.

El agente también ha explicado que, a raíz de la grave lesión al pie de un compañero, por la emisora les dijeron que quién había tirado la valla era un hombre que iba con mochila y tenía una cámara de fotos reflejo con flash. Pero se da la circunstancia que el periodista agredido hacía fotos con su teléfono móvil, no con cámara de fotos. También ha dicho que en alguna ocasión se habían encontrado "falsos periodistas" acreditados como tales para poder esquivar las cargas policiales.

Por su parte, el periodista agredido ha explicado que en el momento de los hechos se había quitado el brazalete porque creía que ya se habían acabado los disturbios. Cuando vio venir al mosso y le dijo que era periodista, el escudero pasó de largo pero el que llevaba la porra tenía una actitud “beligerante” contra él a pesar de que no le había insultado ni provocado. De hecho, ningún otro periodista del grupo con el que estaba recibió ningún golpe. Otros periodistas que había en la zona han declarado una versión parecida a la de las acusaciones.

En el juicio también han declarado tres mossos: el caporal lesionado, un compañero del acusado y el jefe de la unidad de mediación el 2016, Xavier Pastor, actual jefe de la Brimo. Este último ha explicado que dos días después de los hechos ofreció a la víctima adherirse al protocolo de reparación del daño de la Generalitat para víctimas de actuaciones policiales, un procedimiento de resarcimiento extrajudicial al cual la víctima no se quiso acoger.

El caporal lesionado ha explicado que la intervención policial fue "correcta", y que los agentes antidisturbios no están permanentemente en la misma posición dentro de la línea policial. El otro agente ha declarado que aquella noche la línea policial tuvo que hacer varios adelantos y retrocesos en la zona para evitar el lanzamiento de objetos y esperar refuerzos. Preguntado sobre el agente que sobrepasó la línea policial, ha dicho que posiblemente no escuchó a tiempo la orden de pararse.

Por todo esto, la fiscalía pide dos años y nueve meses de prisión para el agente por un delito de lesiones, con una indemnización de 4.200 euros para la víctima que tendría que pagar la Generalitat. En cambio, el Centro por los derechos humanos Irídia, que hace de acusación particular y popular a la vez, pide cinco años de prisión e inhabilitación para el mosso por un delito grave de lesiones con instrumento peligroso y la agravante de agente de la autoridad. El juicio finalizará este viernes con el testigo de otro mosso y varios peritos.

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