El gimnasio social de Sant Pau del barrio del Raval de Barcelona se ha librado del desahucio previsto para este viernes 30 de abril, pero sigue la agonía de sus trabajadores y usuarios a la espera de una solución definitiva, después de varios intentos de lanzamiento desde 2017.

El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Barcelona ha acordado este jueves la suspensión del desalojo, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que también ha indicado que, por el momento, no se ha fijado una nueva fecha. La decisión judicial ha sido a petición del Ayuntamiento, que este mediodía ha solicitado al juez aplazarlo para seguir negociando con la propiedad, a la que ha hecho una mejor oferta de compra del inmueble.

El gimnasio ha abierto sus puertas de forma gratuita durante la pandemia a 2.500 personas sin hogar y les ha ofrecido 55.000 servicios de ducha y cambios de ropa, así como 40.000 comidas.

El concejal de Presidencia, Jordi Martí, ha explicado que el Ayuntamiento ha propuesto al juzgado posponer el desahucio porque ha ofrecido a la propiedad "un poco más" de 9,7 millones de euros por la compra del inmueble, una cifra superior a la inicial (9,5). Ha sido debido a que los propietarios "han podido justificar" gastos "de entre 230.000 y 240.000 euros".

Martí ha calificado el incremento de "modesto", pero ha argumentado que la cifra no se puede elevar más, porque la normativa no permite a las administraciones públicas "comprar por encima del precio con el que se tasan las cosas". "Estamos comprando con dinero que es de todo el mundo, y hay un procedimiento tasado, normativo y con una serie de pasos muy garantistas", ha señalado.

También ha dicho que la propiedad tenía expectativas "muy superiores", pero ha evitado revelar el precio de venta que planteó. Asimismo, ha descartado la vía de expropiar la finca, situada en el número 46 de la Ronda de Sant Pau.

Por otro lado, ha anunciado que el Consistorio ha propuesto a la Secretaría General de Vicepresidencia y Economía y a Asuntos Sociales de la Generalitat crear un grupo de trabajo la semana que viene sobre el gimnasio, y que el Govern ha aceptado. Su objetivo será estudiar "otras posibilidades" para poner fin al conflicto, "con las capacidades normativas que tiene" el ejecutivo catalán, "que son más amplias que las propias de un Ayuntamiento".

Según el concejal, se está "muy cerca de poder llegar a una solución". "Hemos hecho todos los deberes para que esto pueda acabar con buen resultado. Estoy convencido de que se impondrá el sentido común y el interés general para encontrar un desenlace positivo", ha asegurado.

Por su parte, la teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI, Laura Pérez, ha destacado la "importante tarea social en tiempos de crisis" que realiza el gimnasio y ha considerado la suspensión del desahucio una "buena noticia para el barrio, la entidad y los usuarios" y un reconocimiento a una negociación "seria".

Preguntada por si se dará continuidad al contrato entre el Ayuntamiento y el gimnasio para el servicio de duchas y ropero -que acaba este mes-, ha dicho que se ha encargado al equipo jurídico del Consistorio estudiarlo y que se hará "todo lo posible".

Alegría contenida en el gimnasio

Tras conocer que la justicia ha aceptado aplazar el desahucio, los responsables del Sant Pau han celebrado la decisión y han agradecido la ayuda de los vecinos, el movimiento por la vivienda, entidades y partidos políticos para pararlo. "Nosotros somos pequeños y solos no lo hubiéramos conseguido", han afirmado.

Sin embargo, el director de la cooperativa del gimnasio, Ernest Morera, aunque ha calificado de "positiva" la noticia, ha lamentado que aunque tienen a gobierno municipal y oposición "a favor", llevan "más de cinco años" bajo amenaza de desahucio. Por ello, ha reclamado "una solución definitiva".

Morera ha señalado que en el terreno que ocupa el gimnasio la propiedad, Encesa Viñas, tiene la posibilidad de construir más de 40 pisos, y aunque el Ayuntamiento le ha hecho "una buena oferta de compra" de la finca, "el pasado y la experiencia" les dice que no pueden estar "tranquilos".

Como soluciones, ha propuesto que "una empresa independiente haga una tasación" y Consistorio y propietarios se comprometan a aceptarla, o que "el Consistorio expropie el inmueble y sea un juez el que ponga el precio".

Otros intentos de desahucio

El pasado enero ya hubo otro intento de desahucio del gimnasio, que se paró porque el Ayuntamiento y la propiedad se dieron dos meses para estudiar una solución. El mismo mes de 2017 se dio el primer intento, que también se evitó con la mediación del Consistorio. Este aprobó en 2018 la compra del gimnasio con una fecha límite: el 31 de diciembre de ese año. Esta todavía no se ha producido.

Convocada una concentración

Este miércoles el Sindicato de Personas Sin Hogar y el gimnasio llamaron a los vecinos a concentrarse este viernes a las siete de la mañana frente a su entrada para evitar el desahucio. Lo hicieron desde el Parlament y con el apoyo de la CUP.

A pesar de la suspensión del lanzamiento, la convocatoria se mantiene, para denunciar dos desahucios de viviendas previstos en Ciutat Vella y el Poble-sec durante la jornada. 

La teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI ha informado de que inicialmente iban a ser más de una decena, pero la mediación entre la unidad antidesahucios del Ayuntamiento y los propietarios ha logrado frenarlos.