Según el colectivo, la tarde del pasado sábado, un bebé sufrió un cuadro de asfixia al atragantarse mientras jugaba con un globo, una situación ante la cual los padres del mismo no podían acudir al centro de salud pese a estar "a escasos 250 metros" del mismo, al no contar dichas instalaciones con servicio médico de urgencias "desde hace un año", por la reorganización de servicios sanitarios ante la pandemia.

Y es que "a las 15,00 horas se cierran las puertas del ambulatorio y no se abren más hasta el otro día, pero en el caso de los fines de semana, se cierran el viernes y no se vuelven abrir hasta el lunes".

"La atención médica más cercana se encontraba en Brenes, a seis kilómetros de distancia, y se trataba de un trayecto que el bebé no hubiera podido soportar", indica el colectivo.

La situación, según la plataforma, fue solucionada gracias a unos vecinos que pudieron hacer que el bebé expulsara el objeto que obstruía sus vías respiratorias, señalando el colectivo "el dolor y la angustia vivida por esta familia, una víctima más de los recortes en los servicios de urgencia" de la localidad desde el comienzo de la pandemia.

La delegada territorial de la Consejería de Salud y Familias, Regina Serrano, viene defendiendo que la "reorganización de la atención en los centros de asistencia primaria" está destinada a "garantizar circuitos diferenciados en los que se mantengan las distancias de seguridad entre consultas y, en el caso de que esto no sea posible, derivar dichas consultas a aquellos centros donde puedan diferenciarlos", siempre según las directrices del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.