Carritos de supermercado, chasis de motocicletas, señales de la Policía Local que avisan sobre la prohibición de aparcar, todo tipo de basuras acumuladas, un fondo rocoso impregnado de una sospechosa capa negra que asciende hasta la superficie y, desde ayer, la obra de arte Atlantis, de la creadora finlandesa Tea Mäkipää.

El repugnante aspecto que presenta casi a diario el río Guadalmedina ha sido el elegido para que luzca allí, junto al Centro de Arte Contemporáneo (CAC), esta muestra gratuita que forma parte de las actividades de La Noche en Blanco.

De hecho, el montaje se efectuó por la mañana sobre una de las típicas coberturas ponzoñosas que suele ofrecer ese kilómetro y medio de río que tiene agua de mar: una mezcla de espuma blanca y variados tonos del círculo cromático, similares a las natas que aparecen en las playas.

Todo parece indicar que una profunda limpieza previa a la instalación de esta pieza habría sido lo más recomendable, más aún si se observan las otras localizaciones donde ha sido expuesta (http://www.tea-makipaa.eu/atlantis.htm).

Pero eso no ocurre desde mayo de 2006. Entonces, operarios de Emasa extrajeron 30 carros de la compra, dos bicicletas (una de ellas estática) y un somier. La moto no pudo ser recuperada y sigue perteneciendo a este hábitat tan saludable.

Desde la Galería JM, que coorganiza la muestra, explicaron ayer que nadie ha pedido la limpieza del río. Es más, en sentido genérico Atlantis critica «los desastres que puede provocar la mano del hombre».

Un proyecto para limpiar el fondo

La última pretensión del Ayuntamiento de Málaga era quitar las rocas del fondo y sustituirlas por un suelo liso y fácil de limpiar. Para ello, Emasa busca financiación -con la ayuda del puerto y la Agencia Andaluza del Agua- para sufragar los cinco millones que costaría. Las obras durarían seis meses y una mitad del cauce se drenaría, mientras que la otra quedaría libre para facilitar el desalojo de agua si llueve.