Tarno, afectado junto al edil Álvaro Aranda por la reorganización municipal, renunciaba el pasado domingo a las delegaciones municipales de Patrimonio y Desarrollo, que aún ostentaba, así como a la portavocía del Grupo popular, quedando, tal y como él mismo comunicaba, solo como concejal y "sin sueldo".

La mencionada remodelación del Gobierno local la acometió el regidor loreño en un contexto marcado por el proceso electoral de su formación a nivel provincial. El PP estaba inmerso en un convulso congreso provincial extraordinario que enfrentaba a Virginia Pérez -a la postre reelegida presidenta- con el alcalde de Carmona, Juan Ávila, con quien que estaba alineado el alcalde de Lora.

La reorganización de las delegaciones municipales se ha llevado a cabo con el objetivo de "ganar en operatividad y eficacia", aglutinando áreas comunes "para optimizar los recursos y disponer incluso de un ahorro económico", ha afirmado Enamorado.

De este modo, la concejal Marisol Díaz asumirá el área de Patrimonio, "por su relación estrecha con el área de Contratación", que ya ostentaba, mientras que su compañero Rafael Navarro asumirá las áreas de Comercio, Turismo y Desarrollo Industrial, además de las que ya tenía de Juventud, Participación Ciudadana, Transparencia y Relaciones Institucionales, al tiempo que se ocupará de la portavocía del Grupo del PP en el plenario.

Por último, la concejala Vanessa Serrano estará al frente del área de Bienestar Social, además del área de Igualdad que ya tenía entre sus competencias.