Entrevista | Ricky Merino ('OT 2017'): "Cantarle al amor heterosexual sigue siendo lo 'mainstream"

  • El balear se pone en manos de Nacho Canut con un tema electro pop cuyo vídeo protagonizan Ana Guerra y Roi Méndez.
El artista mallorquín Ricky Merino.
El artista mallorquín Ricky Merino.
JORGE PARÍS
El artista mallorquín Ricky Merino.

Camaleónico como pocos de aquella inolvidable generación de OT 2017Ricky Merino, que, a base de mucho esfuerzo se ha hecho un hueco en el mundo de la música y de la televisión, lanza Es lo que hay, una canción compuesta por Nacho Canut, de Fangoria, un canto a la libertad que sirve como adelanto de su ansiado primer disco, previsto para este otoño.

El single parece toda una declaración de intenciones. Mi idea es que sea una canción que me funcione como himno para reafirmarme. Decir: 'este es mi estilo, es mi música, es lo que quiero hacer'. Sirve para reafirmarme en mis ideas y en mi trabajo.

¿Por qué tiene esa necesidad? Es que en estos cuatro años ha habido momentos en los que me he planteado muchas cosas, como si gusto o no, si acierto con el tipo de música, si trabajar en la tele es positivo para la música... Pero siempre llego a la misma conclusión, que es que quiero seguir haciendo lo que me gusta.

¿Ha tenido que decir muchas veces: 'es lo que hay'? Sí, pero, aunque el título de la canción sea algo como que sentencia, yo estoy muy abierto al debate. Pero sí es verdad que, cuando tengo una idea muy clara, suelo plantarme. Me pasa por ser homosexual o por pertenecer a esta industria.

¿Es fácil mostrarnos como realmente somos? Históricamente, canciones que han animado a ser libres han ayudado mucho. Es como algo terapéutico. Y precisamente Nacho Canut, que es quién la ha hecho, es muy bueno para eso, porque Fangoria tiene muchas canciones así.

Habla en la canción del qué dirán. ¿Se ha sentido señalado por cómo es? He pasado por eso sin ser consciente de que iba a pasar por eso. Cuando entras en un programa de televisión y tienes una exposición pública para la que no te has preparado, te vas dando cuenta de que lo que tú dices ya no solo afecta a tu entorno, sino a más gente. Al principio me costaba y me autocensuraba mucho, incluso en redes, donde antes era mucho más ácido. Creo que, poco a poco, me he ido autocensurando por no llegar a ofender o por intentar contentar a la mayor gente posible. Y es un error, porque, por gustar a la mayoría, al final dejas de ser honesto contigo mismo y no gustas a nadie, ni a ti ni al resto de la gente.

"Por gustar a la mayoría, al final dejas de ser honesto contigo mismo y no gustas a nadie, ni a ti ni al resto de la gente"

¿Quién es Ricky Merino? Yo sigo siendo igual. Me estanqué en los 24 y de ahí ya no he cambiado nada (ríe). Sigo teniendo los mismos sueños que tenía cuando acabé la carrera y me mudé a Madrid por primera vez. Soy un tío muy soñador.

Y, según indican sus fans, muy trabajador. Sí, y muchas veces yo mismo no me lo valoro. Siempre he sido así, he soñado a lo grande, y poco a poco voy consiguiendo las cosas.

Es un gran activista LGTBIQ+. ¿Cómo está el sector de la música respecto a ese tema? ¿Se ha avanzado? Avanzar, hemos avanzado. En los setenta u ochenta hubiera sido imposible salir directamente a la industria siendo abiertamente homosexual. Incluso ocurrió, sin ser conscientes, en nuestra edición de OT, y pasó de forma natural. Yo no fui con una bandera, sino que hablaba de mi vida, de mi exnovio o de que me gustaba un bailarín del programa sin saber que esto fuera estaba viéndose como un ejercicio de normalidad. Dicho esto, todavía queda mucho por hacer. A un artista abiertamente homosexual la industria le da unas oportunidades diferentes a las que le da a uno heterosexual que le canta a un amor heterosexual. Eso sigue siendo lo mainstream. Al abiertamente homosexual desde el día uno le cuesta más porque todavía está destinado al nicho de mercado LGTBI. Y ya no hay canciones que sean LGTBI, hay canciones. Punto. Pero me las ponen en listas LGTBI, no en listas pop. Llegará un día que no tengamos que sesgarlo.

Ha pasado de ser fan de Nacho Canut a cantar un tema compuesto por él. Es que es surrealista. Le he dado tantas veces las gracias que debe de estar al borde de bloquearme. Me cuesta creérmelo. ¡Y es que suena totalmente a él!

"Le he dado tantas veces las gracias a Nacho Canut que debe de estar al borde de bloquearme"

¿Este nuevo sonido obedece a una búsqueda personal de estilo o a llegar a un público más amplio? No, no busco abrirme a un tipo de mercado, porque soy consciente de que en España no es la más comercial. Buscarme un mercado sería sucumbir a todo y hacer reguetón y urbano. Eso sería lo más inteligente para poder sobrevivir en la música. Me he dado cuenta de que el sonido que quiero hacer es el que siempre he escuchado, que es el anglosajón, pero cantado en castellano, porque tampoco soy un suicida. El pop rock español sigue siendo el más fuerte, y tenemos cantantes como Antonio Orozco, Cepeda o Malú que están en ese género muy bien, pero yo no he crecido escuchando eso.

¿Por qué ha tardado cuatro años en sacar disco? Porque, cuando salí de OT, yo no era la prioridad de una discográfica. Se me ofreció un disco, pero era de reguetón y dije que no. Entonces me dieron la libertad de hacer mi propio proyecto con otros productores. Pero ese era una camino mucho más lento, no era una apuesta real por ese sonido. Ahora ya tengo el repertorio que me define y el apoyo que necesitaba.

¿Y qué siente ante el inminente lanzamiento del disco? Tengo muchísima ilusión. Aunque no se consuma ya el disco físico, sigue pareciendo que un artista no arranca hasta que no tiene su disco debut.

La muerte de Álex Casademunt volvió a juntar a toda la generación del primer OT. ¿Es realmente una familia? Ocurre en todas las ediciones. Y es muy difícil de explicar. Vives una experiencia tan intensa que esas personas con las que has compartido ese viaje se convierte en casi tus hermanos, porque esa gente es la que te entiende cien por cien. 

La etiqueta OT, ¿le gusta o le disgusta? A mí me encanta, no me acompleja para nada, Es que le debo mi situación actual. Estoy viviendo en Madrid y trabajando en esto porque me escogieron en OT.

"A mí me encanta la etiqueta ‘OT’, no me acompleja. Es que le debo mi situación actual"

¿Trabajar en televisión es importante para la carrera musical de un artista? Aquí (en España) puede ocurrir que te reste credibilidad, pero yo creo que es un error, porque eso, fuera de España, no pasa. La televisión, para mí, sigue siendo el medio más potente para darse a conocer, y yo creo que ambas facetas se pueden compatibilizar muy bien. Aunque sea un riesgo, y aunque ahora hay menos prejuicios respecto a eso, a mí me gusta mucho la tele y quiero seguir desarrollándome por ahí.

Ahora disfruta del éxito, pero, ¿le han cerrado muchas veces las puertas? ¡Claro! A mí me han dicho más veces que no que sí. Yo he hecho miles de castings, antes y después de OT, y la gran mayoría de veces me han dicho que no, que al final es lo normal. A día de hoy hago muchos castings, por ejemplo, en series, y me han dicho que no en todos.

¿No lo tiene más fácil? Qué va. Bueno, si eres Rosalía te dirán que sí a todo, es lógico (ríe). Se me han abierto muchas cosas, a nivel musical sobre todo, pero tengo que seguir haciendo pruebas, y es parte de mi trabajo. Mucha gente no lo sabe, pero para muchos programas te piden casting. Para Tu cara me suena, para MasterChef Celebrity... ¡El casting sigue existiendo!

Ricky Merino se alía con ‘Fangoria’ en “Es Lo Que Hay” y estrena videoclip con Ana Guerra y Roi
Ricky ha querido rodearse de amigos en el videoclip de Es lo que hay, para el que ha contado con la colaboración de Ana Guerra y Roi Méndez, inseparables desde que se conocieron en 'OT 2017'. "Necesito ese calor de tener a mis amigos alrededor. Quería contar una historia y qué mejor que tener a los que veo cada día, como Ana y Roi", relata el artista mallorquín. "Me gusta, porque esas imágenes con ellos quedarán para la posteridad", expone.
INDICA PRODUCCIONES

¿Participaría en un talent o reality? Sí, pero no me presentaría a un encierro. Ya sé lo que es y no lo volvería a hacer. Desarrollar un talento sí, me parece muy divertido.

¿Iría a Eurovisión? Sí, me haría mucha ilusión. Es una presión muy bestia, pero, aun así, diría que sí. Al contrario de lo que pensaba cuando era más joven, ahora sé que no es un juego y que tienes una responsabilidad. 

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