Julia Janeiro acaba de cumplir la mayoría de edad y se ha convertido en la protagonista indiscutible, con permiso de Rocío Carrasco, de la actualidad corazonera. Tanto es así que incluso algunos semanarios han adelantado sus ediciones con el fin de acercar al lector sus secretos, gustos y aficiones.
Una presión que la joven aguanta estoicamente y que poco o nada recuerda al trato dispensado a Andreíta, la otra hija del matador, con la que actualmente se emplean formas casi reverenciales porque dijo que la fama no iba con ella. Una protección inexplicable que más bien parece orden o mandamiento ético y estético de su madre, Belén Esteban, que se hizo millonaria desvelando intimidades de la menor tan protegidas como, por ejemplo, cuál fue el día en que pasó de niña a mujer.
Aunque las comparaciones despiertan tedio y desgastan, lo cierto es que Julia tendrá difícil escapar del ruido mediático, porque sus formas son más explosivas y su carácter mucho más televisivo que el de la apagada Andrea. La nueva Jesulina tiene, además, una belleza fotogénica que evoca a la de las Kardashian, pero con menos curvas y altura. En sus primeros días como famosa, Julia ya ha tenido que hacer frente a su primera polémica después de que una prima, con mismo nombre y apellido, acudiera al programa Viva la vida para oscurecer sombras que todavía no sabíamos ni que existían.
Fuentes cercanas a la protagonista desmienten a 20minutos que la joven sea prima de Julia y que, de hecho, se enteró de su existencia porque recibió una llamada en la que se presentó como parte de su familia; pero la realidad es que nadie sabe nada. Sorprendida por la comunicación, las mismas voces afirman que Julia bloqueó inmediatamente a su falsa prima y la desterró para siempre. Vaya cosas.
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