Experto UNIR aconseja "no alimentar a 'trolls' ni entrar al trapo" ante "los ruidos" que se generan en redes sociales

El uso de las redes sociales ha experimentado un gran auge en los últimos años y España es uno de los países europeos, e incluso mundiales, que más las utiliza. Twitter, Facebook o Instagram son actualmente las herramientas más populares y, por ello, es importante tener en cuenta cuáles pueden ser sus principales amenazas para evitar sorpresas desagradables entre los usuarios.
Archivo - Una persona trabajando con un ordenador.
Archivo - Una persona trabajando con un ordenador.
IREKIA - Archivo
Archivo - Una persona trabajando con un ordenador.

Como reconoce el experto de UNIR, Fernando Checa García, el "ruido" que se genera en las redes sociales -sobre todo en Twitter, ha especificado- alimentando "odio y faltas de respeto" es uno de los grandes problemas que se observan en las distintas plataformas y, ante ello, "no alimentar al 'troll' y, por supuesto, no entrar al trapo" son sus principales consejos.

Centrándonos en Twitter, en los últimos cinco o seis años "esta plataforma se ha podido convertir en una herramienta un tanto molesta porque se genera mucho 'ruido' que afecta a los usuarios". Una circunstancia que, como reconoce, "ha hecho que numerosas personas hayan decidido eliminar o dar de bajas sus cuentas en un determinado momento". Entre los casos más recientes, por ejemplo, el de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Para evitar esta "desagradable sensación" el profesor experto en redes sociales del Máster en Marketing Digital de UNIR ha explicado a Europa Press que cree "fundamental" que, cada uno, a nivel individual, sea consciente "de cómo es la herramienta que estamos utilizando". Es decir, "todos los que entran a Twitter saben lo que es o al menos la gran mayoría de los cientos de millones de personas que la usan lo saben pero también hay que saber utilizarla correctamente".

En este sentido, recuerda, Twitter sirve para publicar aquellos contenidos que un usuario considera interesantes y, al mismo tiempo, para hacer un seguimiento de personas que te gustan o seguir cuentas que para uno mismo "cuentan con un determinado valor".

EL ANONIMATO EN LAS REDES

La teoría, como ha indicado, "es sencilla". Ése y no otro es el objetivo de Twitter y, de hecho, en los primeros años de la plataforma -allá por el 2006- los usuarios de la red asumían ese uso y apenas se registraban comportamientos incívicos pero en los últimos años "ha habido un cambio muy grande en el tipo de usuario que accede a Twitter y que, protegido por el anonimato, considera que es factible y que no supone ningún problema faltar al respeto a otro usuario o incluso llegar a generar situaciones desagradables".

Por suerte, ha reconocido, "no es algo mayoritario pero sí que es muy molesto y puede hacer mucho daño".

Para el docente de UNIR, además, el "gran problema" para que proliferen este tipo de 'personajes' es que la propia plataforma "no ha sido capaz de poner cotos a estos comportamientos" si a ello se suma "la generalización o la ampliación de las redes de 'bots' es decir, redes automatizadas o cuentas falsas, lógicamente se genera un gran ruido que amplifica los mensajes y que llegan a más gente pero lo cierto es que, en realidad, detrás de esas cuentas no hay nadie, son anónimas".

Esto ha hecho, según el experto, que Twitter pierda parte de su encanto inicial. "Originalmente, uno de los secretos de Twitter era precisamente lo personal que era. Entrabas en la plataforma, conversabas con otras personas, se generaba una comunicación... pero, a día de hoy, ya no sabemos si estamos conversando con personas reales o si el que está retuiteando algo es un robot o una cuenta falsa".

A pesar de esta situación, Checa García reconoce que es "complicado" regular una plataforma como Twitter porque se tocan "variables muy complejas". Por un lado, ha explicado, está la relacionada con el derecho a la libertad de expresión "que está consagrada en los ámbitos jurídicos de la democracia".

Por otro, ha proseguido, esta plataforma pertenece a una empresa concreta, ubicada en un país concreto y con intereses comerciales y, por tanto, "es la empresa la que marca las normas".

Por todo ello, se pregunta, "¿Hasta qué punto Twitter tiene derecho a censurar una cuenta o un mensaje?. Estamos en una linde muy complicada pero, por encima de ello, el problema es que ha crecido tanto en los últimos años que, tal vez, sea el momento de pensar en ámbitos supranacionales".

En este punto, explica, "cuando una herramienta de estas características tiene una influencia tan grande y la usan millones de personas deberíamos pensar si no debería haber alguna institución que marcase una serie de normas. Es un debate que tiene que ver con lo ético y con lo jurídico y el dueño de la empresa debería poner de su parte y exigir una mayor contundencia", ha afirmado.

Además, ha indicado, en el caso de España, "todos conocemos a personas que han utilizado Twitter y que, en un momento dado, han recibido una denuncia por un uso incívico que cuenta con un recorrido jurídico. En nuestro país hay un ordenamiento jurídico que sí regula en parte estas circunstancias para ver si se ha incurrido o no en un delito, al margen luego de los debates éticos de la decisión judicial".

¿CÓMO IDENTIFICAR UN PERFIL FALSO O ANÓNIMO?

El docente ha explicado que si bien antes era "complicado" crear perfiles falsos ahora "es relativamente sencillo. Twitter tiene una interface en cuanto a la creación de cuentas que permite que se creen de forma masiva. Quizás un usuario de 'a pie' no pueda tener la facilidad de crear miles de cuentas al mismo tiempo pero alguien que sepa un poco sí lo puede hacer porque no tiene una complejidad excesiva".

Además, ha reconocido, estas cuentas son sencillas de reconocer por varios motivos, por un lado, por sus propios identificadores. En este punto, aclara, "debemos tener muy en cuenta, por ejemplo, el nombre del usuario que ya nos dará una pista, si no es real debemos sospechar". También hay que observar el propio avatar y la imagen de perfil y, después, el tipo de contenidos que emite. Si vemos que repica una y otra vez cientos de mensajes a una velocidad excesiva "claramente nos indica que está programada".

Por otra parte, ha indicado, hay cuentas que sí que son reales, es decir, detrás de ellas hay personas "pero están contratadas para retuitear y generar ruido".

Ante ello, el profesor insta "por el sentido común. Si tu vas a interactuar con un usuario que no lo conoces pero te menciona, si echas un ojo a su propio perfil que, además, siempre estará abierto, puedes ver esos indicadores como el nombre, fotografía, descripción e historial y te darán señales. Si a eso, además, se suma que se dedican a automatizar mensajes, porque solo retuitean (sobre todo de un determinado tema, como, por ejemplo, contenido político, o de deportes) o que fomentan las 'fakes news' podrás ver claramente que son cuentas falsas".

Finalmente, añade, si "caes en una de estas cuentas, no hay que darle alas. Si tú mañana eres atacado por una red social no debes hacerles caso, debes bloquearlo y no entrar al trapo porque lo tienes perdido, lo único que quiere un 'troll' es que entres al trapo y por eso no hay que hacerlo a pesar de que nos entre el desasoiego porque no están insultando".

"Ese es el hartazgo que lleva a artistas, políticos o personas anónimas a huir de estas herramientas", ha reconocido.

Finalmente, el docente de UNIR explica que "aunque en todas las redes sociales hay ruido, Twitter, sin duda, es en la que más se nota porque Facebook e Instagram, por su parte, pertenecen a la misma compañía, son más cuidadosos y lo intentan frenar".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento