Durante cinco días, los agentes municipales han visitado distintos puntos de venta de alcohol de todas las barriadas de la capital, centrándose sobre todo en las tiendas de desavío, las denominadas 24 horas y aquellos comercios tipo bazar, donde se venden bebidas espirituosas y artículos relacionados con el consumo de tabaco, como cigarrillos electrónicos o cachimbas, según ha informado el Ayuntamiento por medio de una nota.

Gracias a estas visitas, la Policía Local ha conseguido que un total de 90 establecimientos se sumen a esta iniciativa con la que desde el Consistorio se quiere evitar el consumo de sustancias alcohólicas entre los menores de la capital.

Los comercios adheridos, identificados con un cartel específico en la puerta y escaparate, se comprometen a no vender alcohol a menores, solicitando el DNI a los jóvenes que quieran adquirir estas bebidas.

La concejala de Políticas Sociales e Igualdad, María José Pulido, ha destacado "la buena acogida de la campaña y ha agradecido la implicación de los comerciantes en una iniciativa que arrancó en 2019 con el fin de frenar la venta de alcohol a menores, a la que este año hemos incluido las cachimbas por los riegos que implica en la transmisión de la Covid-19 y por convertirse en un punto de iniciación del consumo de tabaco en edades muy tempranas".

Para el concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Luis Albillo, "la actuación pone en evidencia la importancia de la prevención en el trabajo de la Policía Local y su creciente implicación en el terreno de las adicciones, una realidad en continua evolución y cambio, donde cobra una especial protagonismo el consumo abusivo de alcohol en los menores de edad especialmente los fines de semana y la baja percepción de riesgo que tienen los mismos acerca del consumo de otras sustancias como el cannabis".

En relación a esta campaña, Albillo ha informado que los agentes de la Policía Local han dedicado más de 80 horas de trabajo en las visitas explicativas a los establecimientos, a la que se ha unido una mayor presencia policial a pie en las zonas de la ciudad donde se suele consumir alcohol, tabaco y otras sustancias por los menores.

UNIVERSIDAD DE HUELVA: INICIO A LOS 13-14 AÑOS

Según el estudio de la Universidad de Huelva, a petición del Plan Municipal de Adicciones, la edad en la que los menores onubenses se inician en el consumo de alcohol y de tabaco, bien a través del consumo de cigarrillos o mediante el uso de cachimbas, se sitúa entre los 13 y 14 años.

Un informe que revela que los jóvenes no perciben el grave riesgo que supone para su organismo y desarrollo madurativo el consumo de estas sustancias.

La investigación de la UHU sobre los hábitos de la juventud onubense en el pasado año detecta un avance del consumo de cachimbas, debido una percepción de inocuidad por los menores y también por los propios padres.

Este tabaco, aromatizado con productos que hacen que su sabor y olor sea agradable a los adolescentes, arrastra a los jóvenes al inicio del consumo de tabaco.

En una sesión media de consumo de tabaco en cachimba, el humo aspirado correspondería, comparativamente, al humo de unos 100 cigarrillos, absorbiéndose una mayor cantidad de nicotina, por lo que la dependencia del menos se establece rápidamente.

El consumo de tabaco en cachimbas aumenta exponencialmente los riesgos de transmisión de infecciones respiratorias, entre ellas la Covid-19 y la hepatitis, debido a que en su uso se comparten las boquillas y la manguera.