Un meteoro ha surcado en la noche de este viernes el cielo de Madrid además de otras partes de España y de Portugal, según ha confirmado Red de Investigación Bólidos y Meteoritos (SPMN) y el Planetario de Madrid, desde donde fueron varios los ciudadanos que captaron y compartieron en sus redes sociales el paso de este objeto, recoge Telemadrid.

Así, las imágenes del objeto sobrevolando Vallecas, en el Parque de las Siete Tetas, Coslada o Somosaguas, entre otras localidades, coparon Twitter buscando una explicación por parte de los expertos.

Al parecer se trata de un "bólido rozador", al que se ha denominado SPMN160421B, que apareció poco después de las 22:00 horas de la noche de este viernes y tuvo una duración de 35 segundos, señaló el físico Jaime Zamorano en su cuenta de Twitter.

Desde la web de la Red de Investigación Bólidos y Meteoritos han asegurado que pudo verse desde Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia y Murcia.

La SPMN explica que se llama así a las "estrellas fugaces más luminosas" que son capaces de igualar o superar la magnitud de brillo del planeta Venus (-4 o inferior) y penetran en la atmósfera a velocidades comprendidas entre 11 y 73 km/s.

Las bolas de fuego se generan cuando una roca entra en la atmósfera de forma casi tangencial, siguiendo una trayectoria casi paralela al suelo. En ocasiones, las rocas que dan lugar a bólidos rozadores no se destruyen completamente en la atmósfera, sino que vuelven a salir de ella y continúan su camino en el espacio siguiendo una órbita ligeramente modificada respecto a la que llevaban antes de entrar en dicha atmósfera, y los cálculos realizados indican que esto fue lo que sucedió en este caso.

La roca que originó la bola de fuego entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 61.000 kilómetros por hora y procedía de un asteroide.

El brusco rozamiento con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, lo que generó una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 85 kilómetros sobre la provincia de Lugo.

Desde allí avanzó en dirección sureste, cruzando el país en una trayectoria ligeramente descendente, prácticamente paralela al suelo y fue perdiendo altitud lentamente hasta llegar al suroeste de la Comunidad de Madrid, momento en el que empezó a ganar altura progresivamente mientras seguía avanzando hacia el suroeste de la Península Ibérica.

La bola de fuego se extinguió cuando se encontraba a una altitud de unos 87 kilómetros sobre el mar Mediterráneo, frente a la costa de Almería, donde abandonó la atmósfera terrestre siguiendo una órbita ligeramente diferente a la que inicialmente seguía cuando se cruzó con nuestro planeta.