Así es la mecánica de Love Island: cada semana se producen los llamados emparejamientos, una gala en la que cada soltero y soltera decide con quién quiere concursar. Pero son impares, así que la persona que no consiga pareja se va a la calle. 

Y eso es lo que le ha pasado a Ricky, que se ha convertido en el primer expulsado del reality de Neox que presenta Cristina Pedroche. 

El italiano de 30 años, entrenador de fútbol de niños y empresario, había tenido una primera cita con Adele, que parecía haber ido muy bien, mostrando ambos complicidad. Pero finalmente no fue suficiente. 

Adele eligió para que fuera su pareja a Jovan, con el que había tenido un encuentro mucho más íntimo y subido de tono en la suite, lo que acabó de inclinar la balanza en su favor. 

Fiona aún podría haber elegido a Ricky, pero tampoco fue así, pues la joven acababa por decidirse por Moure, que había quedado libre tras ser descartado por Yasmina, que finalmente se quedaba con José como compañero de concurso esta semana.