Escrivá propone pagar hasta 12.000 euros a quienes decidan no jubilarse a los 67 años

  • El ministro de Seguridad Social apuesta por limitar las prejubilaciones para acercar la edad efectiva de retiro a la legal
  • Escrivá confía en que el Gobierno pueda aprobar para finales de año la vinculación de las pensiones al IPC por ley
  • Unidas Podemos ve con recelo las medidas propuestas por el ministro para retrasar la edad real de jubilación
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El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.
EFE
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha explicado la reforma de las pensiones que negocia con patronal y sindicatos ante la comisión del Pacto de Toledo en el Congreso.

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, presentó este lunes su propuesta para reformar las jubilaciones dentro de la amplia reforma de las pensiones que prepara el Gobierno. Según esbozó, se están negociando con los agentes sociales dos cambios clave: se intentarán limitar las prejubilaciones más anticipadas con respecto a la edad legal de retiro y, además, se promoverá que quienes así lo decidan puedan seguir trabajando después de los 67 años entregándoles bonus de hasta 12.000 euros.

Así lo planteó Escrivá en una comparecencia en la comisión del Pacto de Toledo del Congreso, que precisamente aprobó hace unos meses las recomendaciones que deben guiar la reforma de las pensiones que prepara el Gobierno para cumplir los compromisos suscritos con Bruselas. Uno de los principales objetivos de Seguridad Social es "alinear la edad legal de jubilación" con la "efectiva" porque el nivel de población activa en España es menor al de la UE a partir de los 55 años. De hecho, Escrivá criticó insistentemente la "filosofía" que, dijo, no da "prioridad" en España a que los trabajadores que quieran puedan retrasar su edad de retiro.

Por ello, el Gobierno apuesta por mejorar los "incentivos a la jubilación demorada" y, es más, por "impulsar" esta modalidad como una "opción" para los trabajadores. Escrivá aseguró que la mayor parte de los cotizantes no conocen los incentivos de hasta el 4% de los que pueden beneficiarse actualmente en su pensión si alargan su carrera más allá de la edad legal de jubilación. Por ello, Seguridad Social propone un pago "de una sola vez" que puede llegar a los 11.000 euros, en función de lo que haya cotizado el trabajador y de los años que siga trabajando. Este bonus, apuntó Escrivá, podría ser incluso de más de 12.000 euros para las personas con vidas laborales más extensas.

En esa misma línea de promover que los trabajadores se retiren lo más tarde posible, Seguridad Social plantea eliminar las restricciones que existen en algunos sectores. "Proponemos generalizar la jubilación demorada para todos los casos, sin las restricciones que existen en el momento actual", dado que algunos de los actuales convenios prohíben trabajar más allá de la edad legal de retiro, explicó Escrivá. El ministro señaló, eso sí, que está dispuesto a incluir en su reforma cláusulas para que los trabajadores que decidan extender su vida laboral en estos sectores solo puedan hacerlo por un máximo de tres años.

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Cambios en la jubilación anticipada

El titular de Seguridad Social justificó estas propuestas afirmando que en España hay "una cierta cultura" de promover la jubilación de los trabajadores cuando "sabemos que el estar activo, trabajando y contribuyendo a la sociedad es algo que la mayoría de personas desean". Escrivá, asimismo, rechazó que el hecho de extender la vida laboral más allá de la edad de jubilación bloquee la entrada de trabajadores jóvenes al mercado laboral. "Hay abundante evidencia en la que se ve que hay una cierta complementariedad entre trabajadores mayores y jóvenes", apuntó.

No obstante, las propuestas de Seguridad Social amenazan con generar un nuevo choque con la parte de Unidas Podemos del Gobierno. Fuentes moradas no ven con buenos ojos las medidas avanzadas este lunes por Escrivá, y aseguran que, en lugar de alargar la jubilación, es necesario destinar fondos para estimular la incorporación de los jóvenes a través de contratos relevo.

En este sentido, la reforma de las pensiones que plantea el Gobierno también incluye cambios en la jubilación anticipada "estrictamente voluntaria", por la que los trabajadores pueden retirarse dos años antes de lo que legalmente les correspondería. Escrivá insistió en varias ocasiones en que el actual diseño del sistema es "regresivo", porque las penalizaciones a quienes se prejubilan se aplican sobre su base reguladora -el indicador que sirve para calcular la pensión-, y eso beneficia a los trabajadores que tienen derecho a pensiones más altas, que se ven menos perjudicados por retirarse anticipadamente.

Para evitar esto, el ministro planteó aplicar las penalizaciones sobre la propia pensión en lugar de sobra la base reguladora. Y la propuesta de Seguridad Social, además, pasa por endurecer el castigo para los trabajadores que se retiren antes, ya que se establecería un sistema por el cual aumentaría la penalización en la pensión de aquellos cotizantes que se retiren cuando aún les queden 24 o 23 meses para alcanzar la edad legal. Por el contrario, en líneas generales la reducción en la pensión sería menor que en el sistema actual para quienes se retiren más cerca de la edad legalmente correspondiente. Y también se reducirán esas penalizaciones a los trabajadores con vidas laborales más largas.

La última pata de esta parte de la reforma de las pensiones es la que afecta a la jubilación parcial, que permite a los trabajadores retirarse pero seguir trabajando unas horas a la semana en sus últimos años de vida laboral si cumplen ciertos requisitos. Actualmente, la norma permite concentrar todas las horas que el trabajador se ha comprometido a estar activo en el primer año y no trabajar en los siguientes. Y Escrivá quiere acabar con esta práctica y fijar un tope para que, durante el primer año, solo se puedan trabajar el 60% de las horas totales comprometidas.

La vinculación al IPC, para finales de año

Todas estas reformas que planteó el ministro están ahora mismo en discusión con patronal y sindicatos, por lo que son susceptibles de experimentar cambios. Lo que parece que ya está encarrilado es el cumplimiento de uno de los principales compromisos del Gobierno en materia de pensiones: la vinculación de las prestaciones al IPC para garantizar que suban con el precio de la vida cada año. Escrivá, de hecho, confió en que esta medida pueda estar "vigente a partir del último trimestre del año".

La concreción de la medida que plantea Seguridad Social establece un mecanismo por el cual las pensiones no bajarían si un año la inflación es negativa, es decir, que los precios decrezcan en lugar de crecer. No obstante, el crecimiento que, en términos reales, experimentarían las pensiones al mantenerse mientras los precios bajan se compensaría "en los tres años siguientes", aunque ese recorte no afectaría a las pensiones mínimas, que de esta forma consolidarían el crecimiento de su poder adquisitivo.

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