El ministro de Asuntos Islámicos de Arabia Saudí, Al-Sheikh, ha ordenado inspeccionar las mezquitas de todo el reino, incluyendo las de la ciudad sagrada de La Meca y Riad -la capital-, en busca de altavoces de mucha potencia.

La razón: el ruido que generan al llamar a la oración es "insoportable" y tan estridente que provoca que se superpongan y se confundan los sermones de distintos templos, especialmente en lugares donde abundan y están a poca distancia el uno del otro, informa la cadena BBC.

En algunas ciudades, caso de El Baha, las autoridades ya han confiscado más de 100 altavoces de alrededor de 45 mezquitas. Al parecer, algunos de estos altavoces eran tan potentes que era posible escuchar su llamada a la oración desde más de cinco kilómetros de distancia.

Otra de las medidas que se están poniendo en práctica en algunas ciudades es la de restringir el uso de los altavoces, y permitir su utilización sólo para llamar a la oración, y no para dictar los rezos; una manera esta, dicen, de limitar la confusión reinante hasta ahora.