Teresa Sánchez: "Los efectos dañinos de las redes son los mismos en niños, adolescentes e incluso en adultos”

  • Teresa Sánchez Gutiérrez es directora del Experto Universitario en Adicción a las Nuevas Tecnologías de la UNIR.
  • "Cuanto menor sea la edad, más peligroso es, por ejemplo, compartir fotos, datos de carácter personal…"
Adolescentes
Adolescentes haciéndose un selfi.
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Del uso de las redes sociales está muy extendido entre los menores de edad e incluso entre los niños. Ante este uso, compañías como YouNow, la nueva red social de moda en Estados Unidos, o Facebook, se plantean crear redes sociales dirigidas directamente a menores de 13 años, como es el caso de Instagram Kids. Teresa Sánchez Gutiérrez, directora del Experto Universitario en Adicción a las Nuevas Tecnologías de UNIR (Universidad Internacional de La Rioja), nos habla de los riesgos que pueden entrañar para los menores estas redes sociales, aun dirigidas específicamente para ellos, y qué conductas de prevención habría que adoptar.

Es un hecho que los menores usan redes sociales, e incluso están lanzado específicamente para ellos, como Instagram Kids. Puestos a elegir, ¿mejor una red social destinada a menores o son igual de potencialmente dañinas?

En cuanto a los efectos dañinos que podrían tener, los van a tener igual, tanto en niños como en adolescentes, e incluso en adultos, pero cuanto antes expongamos, mayor será el riesgo de que los padezcan. Por ejemplo, uno de los mayores riesgos a los que se enfrentan los menores en las redes sociales es el engaño pederasta (grooming), el sexting… y aunque esto sea más común en adolescentes, introduciendo a los niños en las redes sociales, abrimos un poquito la puerta estos peligros, incluido el ciberbulling. Cuanto menor sea la edad, más peligroso es, por ejemplo, compartir fotos, datos de carácter personal…

¿Hay una edad recomendada para empezar a usar las redes sociales? ¿O depende más del grado de madurez?

Ahora, por ejemplo, el móvil es el regalo estrella en las comuniones, con 9 o 10 años, cuando las redes sociales que suelen usar ellos, como Tik Tok o Instagram no están recomendadas para menores de 13 años, pero no podemos estandarizar porque cada persona tiene un desarrollo distinto. Y esto es como todo, hay personas a las que les puede parecer muy pronto y otras que piensen que con menos de esa edad hay niños preparados para usarla.

Por un lado, les damos el móvil con 10 años, y por otro demonizamos las redes sociales…

Tampoco podemos ponernos en el lado de la demonización de las redes sociales, porque como le digamos a un niño que algo no lo puede utilizar porque no, vamos a despertar más el interés por el uso. Y también hay que reconocer todas las cosas buenas que tienen, porque ¿qué habría sido de nosotros en el confinamiento sin las videollamadas de Whatsapp? Por eso, desde edades tempranas, hay que hablarles a los niños, tanto de las cosas positivas como de las negativas de las redes sociales.

Teresa Sánchez Gutiérrez es directora del Experto Universitario en Adicción a las Nuevas Tecnologías de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
Teresa Sánchez Gutiérrez es directora del Experto Universitario en Adicción a las Nuevas Tecnologías de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
Cedida

¿Cómo conseguimos un consumo responsable en las redes sociales dirigidas a menores de edad o por parte de estos menores?

Por un lado, informándoles de lo bueno y lo malo que tiene el uso de las redes sociales, y explicándoles abiertamente lo que significa, por ejemplo, poner fotos, qué tipos de fotos poner, dificultades y problemas con los que se podrían encontrar… sobre todo en las redes sociales que más usan, que hora mismo son Twitch, Tik Tok e Instagram.

Y por otro, que las compañías responsables de estas aplicaciones desarrollen una seguridad adecuada para rangos de edad menores, porque en la medida en que vamos disminuyendo el umbral de edad, va a ser más difícil desarrollar medidas de supervisión, tanto para padres como para la propia aplicación. Habría que desarrollar más seguridad en este tipo de aplicaciones para que, por ejemplo, que si una red social está indicada para niños de entre 8 y 12 años, no se permitiera que la utilice nadie de más de esa edad.

¿Son más adictivas las redes sociales cuando se trata de menores?

El peligro de adicción está en cualquier edad, pero cuanto antes se empiece, es más probable que un mal uso pueda provocar una adicción. Así que los adolescentes y los jóvenes adultos, los nativos digitales, tienen más riesgo por eso, porque están expuestos desde que nacen.

¿Cómo evitar esas adicciones?

Sobre todo, con el control en cuanto a tiempo de uso, porque la percepción del tiempo que dedicamos a redes sociales es mucho menor del tiempo que realmente le dedicamos, por eso es muy fácil que se nos vaya de las manos.

“Lo ideal sería que hubiera más centros específicos destinados a tratar este tipo de adicciones, con profesionales formados en cómo prevenirlas y tratarlas”

¿Qué aconsejaría a los padres que tienen que enfrentarse al uso de las redes sociales por parte de sus hijos menores?

Es muy importante que se haga supervisión, que no es lo mismo que control, porque a partir de una edad, 10, 11… los niños empiezan a querer distanciarse de los padres y el control es contraproducente. Por eso es importante, como decía antes, poner límites en cuanto al uso, poner horarios o momentos concretos para el uso del móvil, la tablet, ordenador… También tenemos que intentar que no lo use en su habitación, sino en un lugar común, pero no para estar todo el rato mirándole la pantalla a ver qué hace, sino para supervisar a qué contenidos accede. Y, sobre todo, como he dicho antes, mucha información, tanto de las cosas positivas que nos aportan las redes sociales como de las negativas, de los riesgos a los que se enfrentan. Sin alarmar, pero para que sean conscientes. Así, si en un determinado momento se decide que no utilice una aplicación, le damos herramientas y argumentos al menor para evitar la presión social.

¿A qué síntomas, comportamientos… hay que estar alerta?

En primer lugar, que se pasen mucho tiempo delante de las pantallas y que se sientan ansiosos cuando es el momento de dejarlas, que tengan rabietas -o incluso una actitud agresiva- si se va Internet, si no puede utilizar el móvil, que tenga pensamientos obsesivos, que mire el móvil todo el rato… En definitiva, que todo su pensamiento gire en torno a la red social. Si hay una pérdida de control, es cuando tendríamos que poner la alarma y buscar ayuda profesional.

¿Cómo sabemos cuándo acudir a un profesional?

La situación ideal es tener una comunicación abierta con nuestros hijos, pero recomendamos que en cuanto detecten problemas de pérdida de control, al menos pregunten a un profesional, a un psicólogo, porque muchas veces los padres se agobian porque no saben cómo actual. En la sanidad pública es más complicado, pero, por ejemplo, en Madrid hay un centro específico destinado a las adicciones sin sustancia al que pueden ir derivados los chicos desde el colegio directamente o el médico de atención primaria. La pena es que en la mayoría de las comunidades no existen este tipo de centros, así que, en estos casos, recomendamos acudir a un psicólogo infantil. Lo ideal sería que hubiera más centros específicos destinados a tratar este tipo de adicciones y en el que haya profesionales formados en cómo prevenirlas y tratarlas.

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