El empate de izquierda y derecha que auguran algunos sondeos está marcando la estrategia de los partidos ante las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid, en las que ya no solo buscan consolidar el apoyo de sus fieles sino atraer el voto 'obrero' que mira más allá del PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos.
PP, y especialmente Vox, son conscientes de que el voto trabajador ha abierto sus opciones y puede escoger papeletas azules o verdes.
Ya ocurrió en las elecciones generales de noviembre de 2019, en las que el partido de Santiago Abascal fue la primera fuerza en más de sesenta pueblos del sur y el este de la región.
De ahí la presencia en estos partidos durante los primeros días de precampaña en clásicos 'feudos' de la izquierda: la candidata popular y presidenta, Isabel Díaz Ayuso, se deja ver este mismo viernes por Getafe, y Vox ha recalado en los tres últimos días en Vallecas, Vicálvaro, Getafe y el distrito Centro.
El acto de Vallecas del miércoles con el que Vox arrancó la precampaña fue criticado al ser un enclave con notable valor simbólico para la izquierda, además de ser la cuna del líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Hubo disturbios entre manifestantes contrarios al mitin y agentes de la Policía Nacional que se saldaron con cuatro detenidos y 35 personas heridas.
El disputado voto del comerciante, el hostelero y el obrero
PP y Ciudadanos apelan a su gestión de la pandemia en materia económica para buscar a los votantes de la hostelería, el pequeño comercio o los autónomos, recordando incesantemente que mientras en gran parte de las autonomías han tenido los cierres echados o con grandes limitaciones de horarios, en Madrid han permanecido abiertos.
PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos, por su parte, buscan también ese voto afirmando que durante estos meses de pandemia la Comunidad de Madrid no ha dado ayudas directas a estos sectores, como sí ha hecho el Gobierno de Pedro Sánchez.
Y Vox, mientras tanto, apela también a ese votante trabajador que pueda sentirse amenazado por la subida de impuestos o que rechaza los cierres por la pandemia.
El precedente más reciente, las generales de noviembre de 2019
La última cita con las urnas de los madrileños fue en las elecciones generales de noviembre de 2019, con resultados muy distintos a los de las elecciones autonómicas que se habían celebrado en mayo del mismo año.
Cuando los madrileños votaron para elegir a su presidente regional en mayo de 2019 el mapa electoral de la Comunidad y de la ciudad de Madrid se tiñó fundamentalmente de "rojo PSOE", partido que ganó en buena parte de los municipios y en 11 de los 21 distritos de la capital.
De hecho, fueron las primeras elecciones autonómicas en las que los socialistas fueron la fuerza más votada en la ciudad de Madrid.
El PP logró ganar en algo más de 60 localidades y Ciudadanos en 9. Ningún otro partido fue el más votado; y respecto a los distritos de Madrid capital, Más Madrid ganó sólo en Centro; Cs en Hortaleza y Barajas; PP en 8 de la almendra central y el norte; y el PSOE en los restantes once distritos, fundamentalmente del sur y el este.
Pero la situación fue muy diferente en las elecciones generales que se celebraron solo unos meses después. El PP fue el partido más votado en la capital y en la zona oeste, el PSOE en las grandes localidades de su tradicional "cinturón" del sur y este, además de la sierra norte; Unidas Podemos solo fue la fuerza más votada en 3 (Bustarviejo, Zarzalejo y La Hiruela), y Vox fue el que sacó más papeletas en más de sesenta pueblos, la mayoría en los extremos sur, suroeste y este.
Y sólo PP y PSOE se repartieron el primer puesto en los distritos de la capital: en toda la mitad norte los populares fueron la lista más votada (Fuencarral-El Pardo, Moncloa-Aravaca, Tetuán, Chamberí, Chamartín, Salamanca, Retiro, Ciudad Lineal, Hortaleza y Barajas) y los socialistas en la mitad sur (Centro, Arganzuela, Moratalaz, San Blas-Canillejas, Vicálvaro, Puente de Vallecas, Villa de Vallecas, Usera, Villaverde, Carabanchel y Latina).
A menos de un mes de las elecciones el color que del que se tiña cada distrito y municipio es una incógnita, pero sí está claro que en el punto de mira de los partidos ya no estarán solo sus fieles, y todos se pasearán por ciudades, barrios y pueblos en busca del voto del trabajador.
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