Miedo y rechazo a vacunarse con AstraZeneca: lo que dicen las cifras sobre trombos detectados en España

Dosis de vacunas de AstraZeneca listas para ser administradas.
Dosis de vacunas de AstraZeneca listas para ser administradas.
DAVID ARQUIMBAU / EFE
Dosis de vacunas de AstraZeneca listas para ser administradas.

No se puede decir que la marca AstraZeneca tenga precisamente buena publicidad pese a ser una de las escasísimas farmacéuticas en el mundo que puede presumir de tener una vacuna contra el coronavirus que funciona. Tanto es así que en lo que algunos han visto como un intento de lavado de cara la multinacional anglosueca cambió recientemente el nombre de su vacuna a Vaxzevria, aunque la compañía defiende que el movimiento estaba previsto y es un procedimiento habitual en la industria.

Primero se puso de entredicho su menor eficacia para prevenir la enfermedad en comparación con Pfizer y Moderna, después llegaron los incumplimientos en la entrega de las dosis comprometidas, las amargas disputas con la Unión Europea y un efecto secundario extremadamente infrecuente aunque grave en potencia -los trombos- añadió una mancha más a su reputación. 

En jóvenes es al menos 14 veces más probable morir si se contrae Covid que por un trombo surgido tras vacunarse. En mayores de 60 a 69, 7.645 veces más.

Pese a que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) certifica que la vacuna es capaz de reducir en al menos un 60% los casos sintomáticos de Covid y la propia compañía sostiene que previene al 100% las hospitalizaciones y las muertes, los vaivenes regulatorios han terminado de darle la puntilla.

La población empieza a desconfiar de esta vacuna y prueba de ello son los últimos datos que llegan de Madrid y Andalucía. En la capital, el viceconsejero madrileño de Salud Púbica, el popular Antonio Zapatero, sostiene que el rechazo a esta vacuna haya pasado del 2% al 60% e incluso alcance el 70%, según recoge Efe. Por su parte el consejero andaluz de Salud, el también popular Jesús Aguirre, ha situado el rechazo a la vacuna de AstraZeneca en un 20% en su comunidad.

Los constantes cambios en los grupos de edad vacunables con esta fórmula tampoco han ayudado.

La vacuna se aprobó a finales de enero y primero solo se puso a menores de 50. Después, tras notificarse los primeros casos de trombosis, estuvo suspendida durante dos semanas y cuando se reanudó el 30 de marzo se amplió el techo de edad hasta los 65. Apenas siete días más tarde el Gobierno y las comunidades le daban la vuelta y pasaba a autorizarla solo a mayores de 65 años.

Solo cinco casos de trombosis en España

Precisamente este viernes, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha actualizado los datos sobre los efectos secundarios que provocan las vacunas contra la Covid aprobadas hasta el momento.

Según dicho organismo, solo el 0,18% de las personas que recibieron una inyección de AstraZeneca aseguraron haber sentido algún efecto secundario, un porcentaje similar al de Pfizer (0,175%) y menor que el de Moderna (0,3%). Casi siempre se trató de reacciones leves, en su mayoría fiebres, cefaleas y mialgia (dolor muscular).

Si bien es cierto que hasta el momento no se han confirmado casos de trombosis en las dos últimas fórmulas, en el caso de AstraZeneca, del cerca de un millón de dosis administradas hasta el 21 de marzo en España solo se habían registrado cinco casos de trombosis de los senos venosos (0,0005% de los vacunados) de los cuales únicamente uno fue mortal. 

Hasta el momento la EMA apenas ha detectado 86 casos de trombos (18 de ellos fatales) en 24 millones de personas inoculadas de AstraZeneca. Con estos datos en la mano, la probabilidad de que un joven de entre 15 y 29 años muera tras haber contraído Covid es 14 veces superior a la de fallecer por culpa de un trombo tras vacunarse, a juzgar por los datos de letalidad en este grupo de edad en España. En personas de entre 60 y 69 años -los únicos que ahora pueden vacunarse con este medicamento-  esta probabilidad es 7.645 veces superior.

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