Este miércoles, Telecinco emitió el sexto capítulo de Rocío, contar la verdad para seguir viva. El documental, que está removiendo el panorama televisivo de los últimos 20 años, trató las acusaciones de maltratador hacia Fidel Albiac. Al principio, Carrasco recordó que Antonio David dijo que Fidel Albiac obligaba al hijo de Antonio David y Rocío Carrasco a llamarle "papá", algo que ella negó. Es más, dijo que Fidel solía corregir al pequeño, diciéndole que él "no era su papá".

Después, se remontó al momento en el que la niñera encargada de sus hijos vendió una exclusiva que decía que Fidel Albiac maltrataba a Rocío Carrasco. Tal y como explicó, esto también fue un artificio del guardia civil, que ofreció una gran cantidad de dinero a la niñera, Irma, por ello. Sin embargo, al intentar vender la exclusiva, en el medio de comunicación le dijeron que necesitaban una denuncia para publicar algo tan fuerte.

Por ello, la niñera acudió a la comisaría y puso una denuncia que rápidamente fue archivada al considerarse poco creíble, y de la que ni siquiera se informó a Rocío Carrasco, según contó. Sin embargo, ese trámite fue suficiente para que la información se publicara un día que la joven trabajaba en el programa de Mª Teresa Campos.

Tras horas llorando, respondió en directo, asegurando que lo publicado era mentira "jodiera a quien jodiera" y que Fidel Albiac lo único que hacía era cuidarla y estar pendiente de ella en todo momento. El formato también ilustró cuando colaboradores como Massiel reforzaron la versión del maltrato.

En ellas, tanto la cantante como Antonio David señalaban lo que parecía una marca bajo su ojo. Según ellos, se trataba de un ojo morado por un golpe de su pareja. Por su parte, Carrasco aclaró que se trataba de un ojo hinchado por tantas horas de llorar sin parar, y señaló a los defensores del guardia civil: "Massiel, Coto Matamoros en aquel entonces y Kiko Matamoros ahora, Lydia Lozano... todos eran sus marionetas y él se escondía detrás de ellas", concluyó.