"Me besó el cuello, se abalanzó sobre mí y nos acostamos": un acusado del caso de Sabadell dice que fue "consentido"

Uno de los cuatro acusados de la manada de Sabadell ha declarado este miércoles que mantuvo "una relación sexual consentida" con la víctima, mientras que los otros tres han sostenido que no estuvieron en la nave industrial donde ocurrió la agresión.
Uno de los cuatro acusados de la manada de Sabadell ha declarado este miércoles que mantuvo "una relación sexual consentida" con la víctima, mientras que los otros tres han sostenido que no estuvieron en la nave industrial donde ocurrió la agresión.
Uno de los cuatro acusados de la manada de Sabadell ha declarado este miércoles que mantuvo "una relación sexual consentida" con la víctima, mientras que los otros tres han sostenido que no estuvieron en la nave industrial donde ocurrió la agresión.
Segunda sesión del juicio a la manada de Sabadell por una violación múltiple en 2019.

Uno de los cuatro acusados de la manada de Sabadell ha declarado este miércoles que mantuvo "una relación sexual consentida" con la víctima, mientras que los otros tres han sostenido que no estuvieron en la nave industrial donde ocurrió la agresión.

De los cuatro procesados, la Fiscalía considera presunto autor material de la agresión sexual solo a uno- junto a otros dos sospechosos no enjuiciados porque a uno se le identificó y el otro se fugó durante la investigación- y a los otros tres cooperadores necesarios por presuntamente estar en la sala contigua y no impedir la violación.

El acusado como autor material ha mantenido que estaba en la nave industrial abandonada, donde había una fiesta con otras 10 personas, y que la chica llegó sobre las 6 de la madrugada con otro joven "como si estuvieran abrazados".

"Voluntariamente, te lo juro por dios y por mi madre", ha contestado a su abogada cuando le ha preguntado si la chica entró en la habitación por su propia voluntad.

En cambio, la denunciante declaró el martes que un hombre la abordó por la calle al salir de un bar, la violó y después la llevó a una nave abandonada donde tres hombres la agredieron por turnos.

El acusado ha sostenido que mantuvieron relaciones: "Me besó el cuello, se abalanzó sobre mí y nos acostamos". Ha negado de plano que la violara ni que la abordara para obligarla a ir al edificio abandonado: "Lo juro por dios, si yo estuve en ese bar que me lleven a la cárcel de por vida".

El fiscal, que ha mantenido su petición de condenas tras escuchar a los acusados, reclama una pena de 40 años y medio para el acusado considerado autor material, y de 37 y medio para el resto.

Otros niegan que presenciaran la violación

Los otros tres acusados, que como el primero solo han respondido al interrogatorio de sus defensas, han negado que presenciaran la violación desde una sala contigua en la misma nave industrial, tratando de eludir una condena como cooperadores necesarios.

Uno de ellos ha reconocido que estuvo en el mismo bar que la joven, pero ha relatado que se fue antes, ha dicho que no la vio y ha asegurado que llegó a la nave -donde fue detenido- sobre las 8 de la mañana, cuando la chica ya se había ido.

Otro de los acusados ha asegurado que pasó la noche en casa de un amigo con su novia -el martes, la mujer testificó en el mismo sentido- y que solo pasó unos minutos en la nave antes de que llegara la denunciante; mientras que el último en declarar ha afirmado que pasó la noche en una fiesta, que no vio a ninguno de los otros acusados y que no llegó a la nave industrial hasta el día siguiente.

Relato "increíble" de los acusados

El fiscal ha asegurado en su informe de conclusiones que la versión que han expuesto los acusados es "increíble", puesto que han intentado exponer coartadas "con toda carencia de lógica y credibilidad". Además, las declaraciones de los acusados, dice el fiscal, han estado "genéricas" y "sin poner nombres" que pudieran corroborar las presuntas coartadas.

La acusación particular ha dicho directamente que los acusados han "mentido" y ha tildado de "cobarde" a Mohamed A., acusado de ser uno de los autores materiales de la violación. Además, ha explicado que la víctima es homosexual y, por lo tanto, era imposible que la relación fuera consentida. El abogado de la víctima también ha destacado la "veracidad" del relato "valiente" de la chica y de los vecinos que la socorrieron.

Grabaciones del bar

En la segunda sesión del juicio en la sección 6 de la Audiencia de Barcelona también han comparecido varios peritos, la ginecóloga que atendió a la víctima en urgencias y agentes de los Mossos d'Esquadra que investigaron el caso.

Han detallado que las grabaciones de las cámaras de seguridad del bar donde estuvo la joven muestran, como ella declaró, que dos hombres la increparon reiteradamente cada vez que pasaba cerca de su mesa.

Con las imágenes, ella reconoció a uno de los acusados, y en las imágenes también se ve a otro esperar sentado ante el bar y seguirla cuando se marcha.

Las defensas atacan a la víctima

A lo largo del juicio, las defensas de los acusados han intentado desmontar el relato de la víctima y sembrar dudas sobre las ruedas de reconocimiento y la identificación de los sospechosos, aludiendo a aspectos como la visibilidad o la luz que había al verlos.

La abogada de Mohamed A., acusado de ser uno de los agresores materiales, ha insistido en la teoría de las relaciones consentidas. La letrada Raquel Ramos dice que aquella noche la víctima tenía "ganas de seguir la fiesta" y que "no se resistió ni gritar", cuando el chico la asaltó por la calle, a la altura del mercado municipal.

La abogada también cree que la víctima tuvo oportunidad de huir y de pedir ayuda durante su cautiverio y, en cambio, no lo hizo. "Quizás los hechos no fueron muy bien como explica la víctima. Existió una atracción física y sexual entre ellos y mantuvieron relaciones sexuales. No es un agresor sexual", ha asegurado la letrada, quien ha terminado pidiendo la absolución de Mohamed A.

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