Rocío Carrasco destapa los montajes de Antonio David tras su separación: "Siempre sacaba beneficio y quedaba de víctima"

Rocío Carrasco, en el episodio 4 de la serie documental sobre su vida.
Rocío Carrasco, en el episodio 4 de la serie documental sobre su vida.
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Rocío Carrasco, en el episodio 4 de la serie documental sobre su vida.

Rocío Carrasco ha desmontado en el episodio 4 emitido este domingo de su docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva la supuesta manipulación mediática de Antonio David Flores a partir de que ella le pide el divorcio. 

En dicho episodio, que narra los hechos ocurridos entre junio de 1999 y febrero de 2000, la hija de Rocío Jurado ha desgranado cómo a partir de aquel momento, su expareja comenzó a construir un relato sobre ella en las revistas y los programas del corazón. "Daba igual lo que tú hicieras, siempre iba a sacar un beneficio y a quedar de víctima", ha lamentado.

"Ese verano, él se pone en connivencia con un paparazzi, Pablo González, conocido como el Calvo", ha contado Carrasco. Entre los dos acuerdan hacerle fotos "con cada persona del sexo opuesto que se me acerca" para venderlas a la prensa diciendo que ella había sido infiel. "Pablo se llevaba el 30% y él el 70% de lo que sacaran del material con referencia a mí", ha explicado.

En un momento dado, un viaje de trabajo de Rocío Carrasco a Galicia coincidió con un fin de semana en el que Antonio David Flores se había llevado a los niños a Chipiona. "Yo tenía que ir a Galicia por el trabajo con la inmobiliaria. Se hace una presentación y luego hay una fiesta. Esa semana, se publican unas fotografías conmigo de fiesta y él solo con los niños en la playa. Ese verano empieza el vapuleo mediático", ha recordado Carrasco.

Cuando termina el verano y regresan a Madrid, Rocío Carrasco decide hablar con sus padres y los de Antonio David para comunicarles su decisión de divorciarse. "Me hace ir sola a Málaga a decírselo a su familia", ha señalado.

La noticia de la separación pilló "por sorpresa" a Rocío Jurado y a Pedro Carrasco. Antonio David, que estaba allí presente, "empezó a llorar y a decir: '¿Ves? ¡No me quiere! Se ha aburrido de mí, ¡no me quiere!'. Mi madre, en un principio, lo compadeció, se apenó por verlo así y se ablandó".

La respuesta de la familia de Antonio David no fue la deseada, según la hija de Rocío Jurado. "Conté que él había sido infiel, que yo lo había visto, y su madre empezó a gritarme y a decirme casi lo mismo que había dicho él en casa de mi madre. Una de sus hermanas tuvo una reacción más fuerte que no fue solo verbal. La paré en seco y le di un repaso y la cosa quedó ahí", sostiene Rocío Carrasco.

Otro de los supuestos montajes que ha destapado Carrasco se refiere a un episodio que ocurrió en la casa de Rocío Jurado en La Moraleja, donde ella vivía. Después de haber pasado la tarde con unos amigos viendo una película hasta las dos de la madrugada, ella se va a dormir, pero "le avisan de que alguien está en casa conmigo". 

Fue entonces cuando él viajó con sus cuñados de Málaga a Madrid para pillarla en la supuesta infidelidad. "Entra en casa y empieza a gritar '¿dónde está?' y ahí ocurre un hecho: yo bajo las escaleras, estoy en el segundo peldaño, y ahí había una estatua que era una réplica del monumento de mi madre en Chipiona. En ese momento él me pega un empujón y yo me doy con la estatua y se rompió uno de los dedos de la estatua".

"Yo no entendía nada, él se volvió con sus cuñados para Málaga. Quería una fotografía de ese chico saliendo de mi casa", ha asegurado Rocío Carrasco.

Después de que Carrasco abandonase la casa de su madre y se fuese a vivir a un piso en el Encinar de los Reyes, cerca de La Moraleja, Antonio David decidió quedarse viviendo en la casa de Rocío Jurado, "y durante ese tiempo hace la convivencia horrorosa y tremenda".

Respecto a la actitud de su madre, Rocío Carrasco ha recordado que ella "no iba a hacer públicamente nada" porque "le temía como al demonio".

"No quería un escándalo y no era capaz de coger las maletas y ponerlo en la calle", ha asegurado Carrasco. Por este motivo, decidió pedírselo por carta, "pero él no se va".

En aquel escrito, la cantante le reiteraba a Antonio David Flores que ella y José Ortega Cano pasarían una larga temporada en el extranjero y que darían vacaciones al servicio, por lo que la casa quedaría vacía

Ahí se produjo otro de los supuestos montajes mediáticos de Antonio David, según Rocío Carrasco: "Sabiendo que mi madre ya no está, coge a un fotógrafo y a un notario y se va a la puerta de la Moraleja y empieza a llamar al timbre y a decir que Rocío Jurado no le abría la puerta". Tras este suceso, la prensa no solo sacó a un Antonio David Flores desolado a las puertas de la casa de Rocío Jurado, sino que también se publicaron unas fotografías en las que aparece con su hija, Rocío Flores, que en aquel momento no se encontraba en el lugar.

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