Además, si los árboles se sitúan de forma adecuada en torno a los edificios, pueden reducir la necesidad de aire acondicionado en un 30 por ciento y pueden generar un ahorro en calefacción de entre un 20 y un 50 por ciento. Las arboledas también actúan como pantallas protectoras del ruido del tráfico, ha detallado el Consistorio de Huesca en una nota de prensa.

La técnico ha advertido que "el bosque urbano es la mejor estrategia de defensa contra los efectos del cambio climático". "La ubicación estratégica de los árboles en zonas urbanas -ha continuado- puede ayudar a bajar la temperatura del aire entre dos y ocho grados. Esta colocación estratégica enfría el aire y reduce el efecto de isla de calor urbano. Es decir, la acumulación de calor por el hormigón y otros materiales".

Asimismo, Ana Pérez ha incidido en que una buena infraestructura verde en la ciudad "tiene múltiples beneficios para la salud física y mental de las personas, porque aumenta los niveles de energía y hace descender la presión arterial y el estrés".