El censo etarra, en un 'pen drive' y discos duros incautados por la Policía en Francia

Puede ser un auténtico golpe mortal a la ya debilitada estructura de ETA. La detención de Ekaitz Sirvent, arrestado el 10 de abril en la estación de Montparnasse de París, es de suma importancia para los servicios antiterroristas, quizás una de las operaciones más importantes de los últimos años.

Sirvent era el responsable de falsificación de ETA y en el momento de su captura llevaba encima un portátil, dispositivos USB (pen drive) y varios discos duros que, según fuentes antiterroristas consultadas por 20 minutos, pueden contener "las fotos y los datos actuales de muchos etarras en activo, así como de algunos jefes de los aparatos de la banda, en definitiva, un completo censo etarra".

La información es vital, ya que estos soportes informáticos, que las policías gala y española están intentando desencriptar, servirían para conocer el aspecto actual de los terroristas (muchos cambian de imagen) y las identidades falsas que utilizan.

Atentado el 4 ó el 5 de mayo

Respecto a la actividad de la banda, el objetivo más inminente de ETA era la investidura del nuevo Gobierno vasco de Patxi López, que se producirá los días 4 y 5 de mayo.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que el jefe de los comandos, Jurdan Martitegi, detenido el sábado, planeaba un atentado con furgoneta bomba en torno a esos días. El ataque se iba a producir en Vitoria, sede del Gobierno y el Parlamento vasco.

ETA había amenazado al futuro Ejecutivo socialista en su último comunicado. Jurdan Martitegi, el número 1 de la banda, detenido el pasado día 18, también había dado la orden de atentar contra alguno de los 200 concejales del PNV de los pueblos y ciudades por los que va a pasar el AVE vasco.

Pero no son los únicos en la diana de ETA. El ex consejero vasco de Interior Juan María Atutxa (PNV) figura como objetivo en una de las memorias del ordenador de Thierry, jefe político de ETA detenido en 2008, que fue desencriptada hace unas semanas.

¿Y quién es ahora el sucesor?

Los expertos consultados aseguran que es difícil poner un nombre al sucesor de Martitegi como responsable de los comandos, aunque lo más probable es que sus lugartenientes Andoni Sarasola o Iurgi Mendinueta hayan cogido las riendas temporalmente, hasta que la dirección de la banda elija un sustituto.

Estas mismas fuentes descartan que dos pesos pesados de la dirección como Eneko Gogeascoechea o José Luis Eciolaza Dienteputo asuman este papel. Martitegi llegará este martes a París para prestar declaración ante la juez antiterrorista Laurence Le Vert.

El último ariete de la banda

De izquierda a derecha, Beinat Aginagalde, Ugaitz Errazkin y Iurgi Garitagoitia."ETA está en descomposición", aseguró este lunes el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho. "Y demasiado débil", reiteran en su departamento, "lo que la hace más peligrosa y desesperada".

Lo cierto es que las últimas operaciones policiales (tres jefes de comandos detenidos en cinco meses y dos comandos desarticulados antes de actuar) han dejado a la banda terrorista con un único grupo con suficiente experiencia para hacer daño.

Aunque la mitad de ese comando (tres colaboradores arrestados), ya está fuera de juego, la última baza de ETA está en manos de tres jóvenes veinteañeros.

El más peligroso y letal de los tres es Beniat Aginagalde (24 años; en la imagen superior, a la izquierda), al que la Ertzaintza sitúa como el pistolero que mató al ex concejal socialista Isaías Carrasco y al empresario Ignacio Uría.

Junto a él figuran Ugaitz Errazkin (24 años; en la imagen superior, en el centro) y Iurgi Garitagoitia (25 años; en la imagen superior, a la derecha).

Huidos a Francia

Los tres lideraban el comando responsable de 14 atentados perpetrados en Guipúzcoa desde el fin de la tregua. Huidos a Francia, "son el principal y último ariete que le queda a la banda, amén del comando itinerante que atentó en Madrid hace un par de meses".

El comando desarticulado este fin de semana -cuyo responsable se había citado en Francia con Jurdan Martitegi, jefe militar, para recibir instrucciones- retrata la fisionomía de una ETA acosada por las operaciones policiales.

Así, "la banda ya no se puede permitir un ejército de cinco, seis, siete comandos. Han optado por intentar adiestrar células durmientes de legales, no fichados, que tienen trabajos normales entre semana para no despertar sospechas y que actúan cuando pueden".

Un acoso que acaba con estos grupos incluso antes de que actúen por primera vez, como se ha demostró este fin de semana.

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