Un grupo de estudiantes de Peritos del campus de Viesques ha organizado una guerra simulada en medio de la universidad para que los jóvenes se líen a tiros (inofensivos) y a la vez les paguen el viaje de estudios. Y es que desde ayer y hasta el sábado todo el que quiera podrá experimentar la sensación de combatir en una auténtica batalla.

Al ‘paintball' normalmente se juega en grandes grupos y en zonas boscosas, donde es posible esconderse, y desarrollar tácticas de ataque y defensa. En este caso, el terreno de batalla es un ‘speedball', un pequeño campo de 40 por 20 metros con pequeños obstáculos y en el que compiten dos grupos de tres personas.

Aquí el tipo de partida es, al contrario que en la modalidad habitual, muy rápida. «Esto es más a saco, uno contra el otro», comenta Enrique Casares, gerente de Asturpaintball, empresa encargada de la instalación. Pese a que se utilizan pistolas y municiones, asegura que no hay ningún riesgo «siempre que no se quiten las máscaras y no se dispare desde muy cerca», recuerda.

Si tienes dos amigos dispuestos a combatir contigo, el campo estará abierto de 12.00 a 18.00 horas hasta el sábado. Cada partida cuesta el precio de cuatro cafés y da derecho a 20 disparos.

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