El parque, cerrado perimetralmente y sin limitación horaria, se divide en dos zonas separadas por su correspondiente vallado, una para perros grandes de 1.160 metros cuadrados, y otra para perros pequeños de 800 metros cuadrados.

En cada una se ha instalado una fuente de dos grifos, un banco doble, una papelera canina con dispensador de bolsas, un poste para atar a los perros y una zona de pipican señalizada.

Asimismo, se han habilitado dos circuitos de agility con diversos elementos de juego y ejercicio, uno para perros grandes y otro para más pequeños.

La actuación ha incluido urbanización y mejora del entorno de la zona con ampliando de la iluminación, extensión de la red de abastecimiento o la continuación de la actual acera.

Tanto López Estrada como el concejal de Medio Ambiente, Salud Pública e Infraestructura Verde, José Luis Urraca, han mostrado su satisfacción por la apertura de este equipamiento que, junto al parque canino recientemente inaugurado en el Parque de Miravalles, da respuesta a una demanda de los propietarios de perros del municipio.

Aprovechando la puesta en funcionamiento de este parque canino, Urraca ha avanzado la intención del equipo de Gobierno de crear una red de zonas de esparcimiento de proximidad que sirvan como complemento a este parque principal, en función de los espacios disponibles, distribuidas por diferentes zonas del municipio. El objetivo, ha dicho, es habilitar este año zonas de esparcimiento similares al parque canino del parque de Miravalles.

Estos equipamientos generan una serie de "beneficios" como los sociales, estableciéndose relaciones entre los propietarios y entre los propios animales, además de que se "mejora la seguridad, ya que los perros pueden estar sueltos en una zona cerrada, en lugar de ir sin correa por la calle, lo cual puede causar conflictos con viandantes, ciclistas y otros perros".