Respirar las bebidas en vez de beberlas. Es lo que propone un bar de Londres, que ha montado un sistema para vaporizar la ginebra y el alcohol hasta convertirlo en un densa niebla que se puede respirar, informa la agencia Atlas.

Los clientes reciben un impermeable antes de entrar para que sus ropas no se impregnen con el vapor de gin tonic. Por cuatro libras (unos 4,5 euros), pueden permanecer hasta una hora en el interior.

El local representa el interior de una gran copa de gin tonic, limones y pajitas incluidos.

Los propietarios del local afirman que respirar esta atmósfera durante 40 minutos equivale a beber una copa, según informa el diario británico The Times.

Ellos han consultado a médicos para calcular cuánto alcohol debe haber en el ambiente para que no sea dañino al organismo; de todas maneras, una ambulancia permanece en guardia para posibles casos de emergencia.