El presidente de la Junta, Juanma Moreno, anunció este martes que la Consejería de Salud y Familias ha confirmado la presencia de hasta cinco cepas diferentes del coronavirus en la comunidad, una de ellas detectada este mismo martes y que "aún no tiene nombre y no sabemos su comportamiento". La cepa británica es "claramente la dominante", si bien los expertos se mantendrán "muy pendientes" para conocer la agresividad de la nueva variante en cuanto al nivel de contagio.

"Nos dicen los expertos que es muy normal que las cepas vayan mutando", explicó el presidente andaluz, y también que "las vacunas podrían reprogramarse con facilidad en uno o dos meses para hacer frente a las nuevas cepas". Si bien, aclaró Moreno, pueden venir "más cepas más agresivas en contagios y puede poner en jaque gran parte de los planteamientos que nos hemos hecho en Andalucía".

Respecto a la llegada de una cuarta ola, Moreno no dudó en asegurar que "vamos camino" de ella, a tenor del progresivo aumento de contagios, que "llevará a incrementar las hospitalizaciones", como ya ha sucedido en Andalucía, así como los pacientes de UCI y los fallecidos. "Hay que valorar si la cuarta ola tendrá una incidencia similar a la tercera, después de las Navidades, que en Andalucía fue la más cruda, compleja y dura", señaló el popular, quien confió en que las medidas restrictivas adoptadas, sobre todo las de movilidad –con la comunidad y las provincias cerradas–, y la vacunación consigan que esta ola tenga un "menor impacto que la tercera".

Al hilo, el presidente de la Junta volvió a hacer un llamamiento a la responsabilidad ciudadana para "evitar riesgos innecesarios", ya que "nos quedan de ocho a diez semanas complicadas hasta que la vacuna supere el 50% de la población y podamos volver a cierta normalidad". Serán, por tanto, dos meses en los que "hay que tener paciencia y prudencia".