El hombre fallecido durante las protestas por la cumbre de G20 en Londres, murió por una
hemorragia abdominal y
no por un infarto, como se había afirmado inicialmente. La noticia desmiente las teorías iniciales que afirmaban que Tomlinson habría fallecido por causas naturales, según informa
BBC.
Así lo ha explicado este viernes el abogado de la familia, que ha dado a conocer los resultados de
una nueva autopsia del cadáver de
Ian Tomlinson, que
falleció el pasado 1 de abril durante las protestas por la cumbre del G20. La
divulgación de un vídeo mostró cómo el fallecido
era golpeado y empujado por un oficial de policía, que
fue suspendido de sus funciones tras hacerse públicas dichas imágenes.
La primera versión oficial fue que Tomlinson murió de un
ataque cardíaco en mitad de la calle y que su fallecimiento no tuvo nada que ver con las diversas
cargas policiales que los agentes antidisturbios realizaron contra las protestas del G20. Pero la segunda autopsia
refuta esta versión y atribuye la muerte a una hemorragia abdominal.
Resultados no definitivos
El forense encargado de la misma acepta que hay evidencia de una
arterioesclerosis coronaria, pero plantea que es improbable que la naturaleza y el alcance de la misma hayan contribuido a la causa de la muerte.
El resultado de la segunda autopsia, efectuada en el marco de una investigación oficial,
no es definitivo y será necesario llevar a cabo un nuevo examen forense, según informó BBC. La cadena pública de la televisión británica también señaló que el agente que golpeó a Tomlinson
está siendo interrogado en relación con un posible caso de homicidio no premeditado.
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