La Fiscalía pide penas para ambos que suman diez años de cárcel. En su escrito detalla que los hechos tuvieron lugar entre 2017 y 2019. Entonces, la acusada supuestamente se aprovechó de su acceso a las joyas y el oro en el establecimiento donde estaba empleada, para apoderarse de éstas y venderlas posteriormente.

De su venta, según el escrito del fiscal, se encargaba el marido. Asimismo, la acusada realizaba manipulaciones en los contratos de compra-venta de oro y joyas, así como sustituía las joyas por bisutería de escaso valor.

Además de las penas de prisión, la Fiscalía solicita para la mujer una multa durante 12 meses de 10 euros al día y una indemnización total a la empresa estafada por valor de 93.048 euros.