El teniente de alcalde de Cultura y Bienestar Social del Ayuntamiento de Palma, Antoni Noguera, y la directora general de Artes Visuales, Aina Bauzà, han hecho públicos este viernes los ganadores de la convocatoria de contratación de comisariados de 2021 del Casal Solleric.

Noguera ha resaltado que gracias a estos proyectos y toda la programación anual el Casal Solleric se convierte no solo en un espacio de exposición, sino en un espacio de reflexión y pensamiento crítico.

El teniente de alcalde también ha destacado que esta legislatura se ha optado por que jurados expertos e independientes seleccionen a los candidatos.

Por su parte, Bauzá ha remarcado su intención de potenciar las convocatorias públicas. Según ha añadido, es el segundo año del llamamiento a la contratación de proyectos de comisariado y se han presentado 30 proyectos de alto nivel.

'La condición vocal', de Marta Ramos-Yzquierdo, propone trabajar a través de tres instalaciones sonoras, audiovisuales y/o performativas de la artista Laura Llaneli.

El jurado ha destacado la aproximación innovadora sobre las repercusiones sociales de la pandemia a través del sonido, cruzado con una lectura sobre la disposición corporal, los nuevos hábitos y las percepciones sociales.

Marta Ramos ofrece una relectura de género del rumor y el grito, con propuestas performáticas y participativas que se adaptan al Espacio Depósito del Casal Solleric, recreando un nuevo escenario íntimo donde las vibraciones del sonido revelarán un nuevo canal de expresión y conceptualización del murmullo.

'Nostàlgia de futur', de Diana Padrón, que trabajará con el artista Ro Caminal, presenta una propuesta que se construye a partir de un proceso colectivo y relacional sobre las zonas periféricas de Palma.

El proyecto reflexiona y construye la identidad de Palma en convivencia con la ruina en la producción contemporánea.

Se propone, además, en una coyuntura histórica donde la urgencia sanitaria ha obligado a aplazar futuros y, por lo tanto, en el momento más oportuno para volver a apelar a una "nostalgia de futuro".

El jurado ha valorado especialmente que esta propuesta construye un relato comunitario específico para la ciudad que aporta una construcción consciente sobre la identidad y la evolución de Palma.