"Los humedales son fundamentales para conservar la biodiversidad; en ellos vive el 40% de las especies del mundo"

Ignacio Torres Ruiz-Huerta
Ignacio Torres Ruiz-Huerta.
FUNDACIÓN BIODIVERSIDAD
Ignacio Torres Ruiz-Huerta

El proyecto LIFE Cerceta Pardilla, presentado en febrero de este año, recuperará 3.000 hectáreas de humedales para tratar de revertir el riesgo de extinción del pato más amenazado en Europa.  

La cerceta pardilla es una de las siete especies en situación crítica en España y hasta 2025 se van a impulsar acciones de investigación, conservación, gobernanza y sensibilización para recuperar sus poblaciones. Hablamos con Ignacio Torres, subdirector de biodiversidad y cambio climático de la Fundación Biodiversidad y director del LIFE Cerceta Pardilla.

¿Por qué es importante proteger a la cerceta pardilla? 

Todas y cada una de las especies del planeta son relevantes y merecen su conservación, pero además, en este caso, hablamos de una de las siete especies en situación crítica en España. Estas especies únicas de nuestro patrimonio natural sufren riesgo inminente de extinción y es una prioridad revertir esta situación con actuaciones urgentes y la implicación de toda la sociedad. Si desaparecen, perderemos una parte fundamental de nuestro patrimonio natural. Son piezas clave en el engranaje que garantiza la buena salud de los ecosistemas y, por lo tanto, también de nuestro bienestar.

Técnico del Cofib con un ejemplar de cerceta pardilla
Técnico del Cofib con un ejemplar de cerceta pardilla
CAIB

¿Cuál es la principal amenaza a la que se enfrenta la especie en nuestro país?

La pérdida y degradación del hábitat. Los humedales sufren el impacto de la sequía, la contaminación, la proliferación de barreras artificiales y otras amenazas causadas por actividades humanas. La alteración del régimen hídrico ha afectado a muchas especies dependientes de humedales muy someros, donde la especie criaba a finales de primavera y el verano. Las marismas de Doñana o La Raja en el Hondo sufren problemas de agua en época de reproducción. Pero el LIFE Cerceta Pardilla contribuirá a recuperar estos humedales y a que la cerceta vuelva reproducirse en ellos.

¿En qué situación concreta se encuentra?

La cerceta pardilla se encuentra en su momento demográfico más crítico y con tendencia decreciente. Hasta mediados del siglo veinte, la cerceta pardilla abundaba en los humedales costeros mediterráneos, especialmente en Doñana. Pero en las últimas décadas su declive ha sido tan drástico que es el pato más amenazado en Europa. El número de parejas reproductoras en España, que es casi su único ámbito de distribución en Europa, es regresivo, con 45 parejas contabilizadas el año pasado. La buena noticia es que si restauramos y recuperamos los humedales, y lo acompañamos con acciones de cría en cautividad y reforzamiento y colaboración con otros países del norte de África donde pasa momentos de su ciclo anual, podemos salvar esta especie de su desaparición en nuestro país. Y además, servirá para mejorar las poblaciones de muchas otras que tienen aquí su hábitat.

"Mejorar el estado de conservación de 3.000 hectáreas de humedales es fundamental para revertir el riesgo de extinción de esta especie"

¿Cuál es el principal objetivo del proyecto LIFE Cerceta Pardilla?

Mejorar el estado de conservación de 3.000 hectáreas de humedales. Durante los próximos cinco años, emprenderemos un conjunto de actuaciones para mejorar el estado de humedales de la Comunidad Valenciana como el Parque Natural de El Hondo en Alicante; las marismas del Guadalquivir en Andalucía, así como zonas húmedas de Murcia, como la laguna de la Morera. En el Parque Natural de El Hondo, se prevé la adquisición de una superficie de 141 hectáreas mediante la compra y restauración de tres fincas situadas en zonas consideradas en la Estrategia de Conservación de la cerceta como lugares críticos, es decir, áreas vitales para su supervivencia y recuperación. En paralelo, se reforzarán las poblaciones de la especie a través de un programa de cría en cautividad y la liberación de ejemplares, que ya ha empezado. El proyecto cuenta con dos centros de referencia que crían con éxito cercetas pardillas: la cañada de los Pájaros, en Andalucía, y el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre El Saler, en la Comunidad Valenciana.

La cerceta pardilla es el pato más amenazado de Europa. ¿Será suficiente con lo que haga España para recuperar la especie o también sería necesaria la implicación de otros países del entorno?

España es el principal ámbito de distribución de la especie, pero es fundamental reforzar la colaboración con otros países. Por ello, con el LIFE Cerceta Pardilla vamos a ir más allá para trabajar con nuestros países vecinos del continente africano en las lagunas del Magreb, donde invernan estas aves. Estableceremos un programa de seguimiento y vigilancia de la especie para mejorar el conocimiento sobre sus movimientos y amenazas. Además, la liberación de los ejemplares criados en cautividad en el centro de recuperación de fauna de El Saler contribuirá al aumento de la población reproductora de la cerceta pardilla en Sicilia (Italia).

¿Cuándo podremos percibir resultados en la recuperación de la cerceta pardilla?

El proyecto tiene una duración de cinco años, hasta diciembre de 2025, y será entonces cuando podamos hacer balance. Pero a medida que se desarrollen las acciones ya podremos ver resultados.

El proyecto Life Cerceta Pardilla es un esfuerzo conjunto de muchas entidades.

En este proyecto, que coordina la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, participan el propio ministerio, a través de la Dirección General del Agua, la Confederación Hidrográfica del Segura y Tragsatec; la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y la Agencia de Medio Ambiente y Agua; la Generalitat Valenciana; el Gobierno de la Región de Murcia, así como las organizaciones SEO/BirdLife y ANSE. Cuenta con la contribución del Programa LIFE de la Unión Europea.

Albufera
Albufera de Valencia
UPV

La situación de los humedales es crítica en España y, en general, en todo el planeta.

Los humedales son fundamentales para la conservación de la biodiversidad. El 40% de las especies del mundo viven en humedales. Son conocidos como los riñones del planeta. Suministran agua y alimentos, ayudan a mitigar los efectos del cambio climático, contribuyen a controlar las inundaciones, a atenuar las sequías, a proteger la costa y a filtrar el agua, entre otros servicios. Además, mejoran la calidad del aire, proporcionan materias primas y recursos genéticos para medicinas y energía hidroeléctrica. Los humedales son esenciales no solo para especies como la cerceta pardilla, sino también para nuestro bienestar. Sostienen un equilibrio vital para el planeta. Sin embargo, según la Organización de Naciones Unidas, se destruyen a un ritmo tres veces más rápido que los bosques. La pérdida y degradación de los humedales se debe, en gran parte, a los cambios en el uso de la tierra y del agua, así como al cambio climático. Se han perdido casi el 90 % de los humedales existentes en el planeta desde el siglo XVIII, aunque el ritmo de desaparición se aceleró especialmente a partir del siglo XX. Se estima que entre 1970 y 2015 los humedales se redujeron en un 35%.

¿Qué más acciones está realizando el Ministerio para la Transición Ecológica para recuperar los humedales? 

Con 75 espacios que ocupan más de más de 300.000 hectáreas, España es el tercer país con más humedales incluidos en el Convenio de Ramsar, solo por detrás de Reino Unido y México, lo que demuestra el fuerte compromiso de nuestro país con las tareas de conservación de estos ecosistemas y en su restauración. El Gobierno ha adquirido el compromiso de poner en marcha un plan de restauración de humedales y alcanzar las cerca de 40.000 hectáreas restauradas en 2030. La Albufera de Valencia, el Mar Menor, el Delta del Ebro, los Parques Nacionales de las Tablas de Daimiel y Doñana son algunos de los humedales que precisan de medidas más urgentes para su recuperación. Desde la Fundación Biodiversidad apoyamos iniciativas para la conservación de los humedales y de las especies que habitan en ellos desde nuestros inicios, para lo que hemos destinado más de 2,5 millones de euros a más de 50 proyectos. Siete de ellos están en ejecución en la actualidad.

¿A qué otras especies, además de a la cerceta pardilla, beneficiará directamente la recuperación de los humedales?

Gracias a los proyectos desarrollados en nuestras convocatorias de ayudas contribuimos a la recuperación de los humedales, como hábitat de un gran número de especies amenazadas como la espátula (Platalea leucorodia), la grulla común (Grus grus), el morito (Plegadis falcinellus), la malvasía (Oxyura leucocephala), la focha cornuda (Fulcia cristata), el calamón (Porphyrio porphyrio), el avetoro (Botaurus stellaris), la garcilla cangrejera (Ardeola ralloides), la garza imperial (Ardea purpurea) o el tarro canelo (Tadorna ferruginea).

Ejemplar de malvasía cabeciblanca liberado este viernes.
Ejemplar de malvasía cabeciblanca liberado.
CAIB

¿Qué otros proyectos LIFE coordina la Fundación Biodiversidad actualmente?

Entre los proyectos LIFE que coordinamos desde la Fundación Biodiversidad y que actúan para proteger especies amenazadas, se encuentra el LIFE INTEMARES, con el que España avanza hacia una gestión eficaz, participativa e innovadora de los espacios marinos protegidos de la Red Natura 2000 y hacia el compromiso internacional de alcanzar el 30% de superficie marina protegida en 2030.

Una de las prioridades del proyecto es asegurar que las especies de interés comunitario presentes en nuestras aguas dispongan de medidas de protección específicas. Por ello, hemos dado los primeros pasos en la elaboración y actualización de estrategias y planes de conservación que permitan adoptar medidas para reducir el grado de amenaza de especies y hábitats de interés comunitario contempladas en las Directivas Hábitats y Aves.

¿Qué especies amenazadas protege en concreto?

En concreto, estamos impulsando la elaboración del plan de conservación de la marsopa (Phocoena phocoena) así como del plan de conservación de la pardela chica (Puffinus assimilis) y pardela pichoneta (Puffinus puffinus), en cuyos procesos contamos con expertos en cada una de las especies para la elaboración de medidas de gestión eficaces. También hemos reimpulsado el grupo de trabajo de expertos sobre la gaviota de Audouin para determinar el estado actual de las colonias en nuestro territorio y posibles acciones de conservación a implementar.

Un ejemplar de gaviota de Audouin
Un ejemplar de gaviota de Audouin
GVA

Hemos comenzado también a dar los primeros pasos en las actualizaciones de las estrategias de conservación de la lapa ferrugínea (Patella ferruginea) y de la pardela balear (Puffinus mauretanicus). Para ello, contamos con el grupo de trabajo de expertos y técnicos gestores de cada una de las especies.

En esta línea, también hemos iniciado el procedimiento para la elaboración de la estrategia nacional de conservación de la tortuga boba (Caretta caretta) y otras tortugas marinas. Para reforzar la protección de estos reptiles marinos, también hemos impulsado la creación de un protocolo común de actuación en episodios de anidación en nuestras costas, así como para las redes de varamiento. También hemos puesto en marcha acciones para favorecer el éxito de anidación en nuestras playas.

Un ejemplar de tortuga boba (Caretta caretta)
Un ejemplar de tortuga boba (Caretta caretta)
JUNTA DE ANDALUCÍA - Archivo

Además, hemos puesto en marcha actuaciones de emergencia para el rescate de la nacra (Pinna nobilis), molusco endémico del Mediterráneo, en situación crítica debido a la acción de un parásito en prácticamente todas sus poblaciones.

¿En qué otros proyectos LIFE participa la Fundación?

A través de nuestras convocatorias de ayudas, apoyamos en la actualidad 38 proyectos con 2,1 millones de euros para proteger especies amenazadas, algunas de ellas en peligro de extinción. Entre los mamíferos, se encuentra el lince ibérico (Lynx pardinus), el visón europeo (Mustela lutreola) o el desmán pirenaico (Galemys pirenaicus). También apoyamos proyectos que actúan en la recuperación de aves como el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), el urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) el escribano palustre (Emberiza schoeniclus), el carricerín cejudo (Acrocephalus paludícola), así como peces, como el cavilat (Cottus hispalensis); moluscos bivalvos, como la nacra (Pinna nobilis) y Nayade auriculada (Margaritifera auricularia) y flora como la jara de Cartagena (Citus heterophyllus). Estas tres últimas especies en situación crítica.

Imagen de un ejemplar de jara de Cartagena en flo
Imagen de un ejemplar en floración de jara de Cartagena 
GOBIERNO REGIONAL DE MURCIA
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