Detrás de las fotografías de la nueva campaña de Chanel, en las que Carlota Casiraghi deslumbra, hay mucha historia. Su familia ha estado tremendamente unida a la firma y la relación con el diseñador de la maison, Karl Lagerfeld, fue muy cercana. 

Las declaraciones de Inez & Vinoodh sobre hija de Carolina de Mónaco ha resumido a la perfección el magnetismo de la nueva campaña de Chanel de esta primavera- verano: "Carlota Casiraghi tiene algo enigmático, una forma de dualidad que refuerza este juego de fusión entre sueño y realidad". 

Aunque ha sido imagen en los últimos años de otras firmas como Gucci o Saint Laurent, en Chanel puede llegar a sentirse como en casa. La relación de la aristócrata con la firma va más allá de la moda. Su madre fue íntima de Lagerfeld y vistió en todas las grandes galas sus creaciones, lo que se resume en una amistad de cariño y admiración.

En el libro que ha escrito el que fuera la mano derecha del diseñador, Sebastian Jondeau, también se pueden ver resquicios de esta relación entre Karl y Carolina de Mónaco. Cuenta una anécdota poco antes de la muerte del alemán, en el que este le pide un favor tras su marcha: "Me incineras, coges las cenizas y vas con Carolina de Mónaco a esparcirlas en el mar desde su barco".

La propia princesa lo reconocía a la revista francesa Point de Vue tras el fallecimiento del diseñador: "Es muy difícil describir qué era lo que nos unía, no se puede definir con palabras, se quedan cortas. Teníamos el mismo sentido del humor y nos hacían reír las mismas cosas".

"Llegamos a conocernos muy bien, incluso desarrollamos nuestros propios códigos. He pasado más años con él que con muchos miembros de mi familia. Solo mi niñera me conocía igual de bien", admitió la princesa de Mónaco.