La preocupación entre los establecimientos de España aumenta tras los dos últimos casos de robo con burundanga que se han desarrollado en una semana. Y es que tanto las cámaras de seguridad como las víctimas confirman que el autor de los hechos utiliza esta droga para hacerse con el botín de la caja registradora.

Barcelona fue la primera en experimentar este suceso, pues el pasado 17 de marzo la cámara de seguridad de un bar de la Zona Franca grabó cómo un hombre de mediana edad entraba en una cafetería a primera hora de la mañana y le echaba algo en el café de la camarera mientras esta estaba de espaldas, unos polvos que podrían ser burundanga.

Un hombre droga con polvos en el café a una camarera y se lleva 2.000 euros de la caja registradora

El siguiente de estos ataques se desarrollaba este miércoles en un bar de la localidad valenciana de Mislata. En esta ocasión, el hombre aprovechó la ausencia del camarero para verter la misma sustancia en el refresco del empleado. 

En ambos sucesos, el ejecutor tenía un objetivo claro: el hurto de todo el dinero en metálico existente en el comercio. En el primero de ellos se hizo con dos mil euros, mientras que en el segundo se llevó el dinero del cambio, la caja y una bolsa, unos mil euros en total.

¿Qué tienen en común los robos?

Son tres los aspectos que comparten los dos fraudes: el procedimiento, las víctimas y el objetivo.

En cuanto al procedimiento, tanto en el atraco de Barcelona como en el de Valencia, el ladrón se asienta en el establecimiento pidiendo algo para comer y solo actúa cuando el camarero se sirve algo para él mismo. 

Una vez que la víctima se relaja y se descuida de su bebida, el hombre aprovecha para verter la burundanga en su vaso, a esperas de que la sustancia le haga efecto y deje KO al empleado. Tras esto, el atracador aprovecha el estado de embriaguez del dependiente para saquear la caja registradora.

Otro de los aspectos curiosos en los que coinciden ambos timos es que las víctimas elegidas son siempre de origen chino. Una peculiaridad que pone en alerta a la comunidad china, puesto que en los últimos meses muchos negocios regentados por chinos de la costa mediterránea han sufrido algún tipo de robo.

Por último, como es evidente, el objetivo de estas maniobras es el mismo, aprovechar la incapacidad física y mental del camarero, producida por la burundanga, para hacerse con el dinero.

¿Quién es el autor de los hechos?

Por el momento se cree que el autor de los hechos en ambas localizaciones es la misma persona. Tanto es así que la imagen de este delincuente, recogida por la cámara de seguridad de la cafetería de Valencia, ya circula entre los dispositivos de todos los empresarios del país, sobre todo entre los originarios de China. 

Ahora bien, aunque las autoridades ya le han identificado, siguen investigando y se mantienen a la espera de los resultados de los análisis toxicológicos de las bebidas para actuar.

¿Qué es la burundanga?

La burundanga se trata de una droga también denominada como la droga zombi o hioscina. Su nombre real es escopolamina y proviene de plantas pertenecientes a la familia de las solanáceas como los beleños, el estramonio, la escopolia o la mandrágora. El estramonio, por ejemplo, es fácil de encontrar en España y en América Latina, lugares donde es frecuente su uso. Fue aislada por primera vez por el científico alemán Albert Ladenburg en el año 1880.

¿Qué efectos y síntomas tiene la burundanga?

En general, la burundanga reduce la voluntad y 'borra' la memoria de las personas durante el tiempo que duran sus efectos. Es por eso que es utilizada en delitos relacionados con robos o agresiones sexuales.

La escopolamina actúa como depresor de las terminaciones nerviosas y del cerebro, corazón, intestino y otros tejidos. Por ello, reduce la voluntad de la persona y, mientras dura su efecto, borra la memoria de quien la ha consumido. Dependiendo de la cantidad administrada, sus efectos pueden durar alrededor de dos horas.

Los síntomas de su consumo implican la dilatación de las pupilas, la contracción de los vasos sanguíneos, la reducción de las secreciones salival no estomacal y otros fenómenos resultado de la inhibición del sistema nervioso parasimpático.

En dosis altas, de 100 miligramos en adultos, puede causar convulsiones, depresión severa, arritmias cardíacas, insuficiencia respiratoria, colapso vascular y hasta la muerte.

¿Cómo se administra?

El alcaloide es una sustancia incolora, inodora e insípida y puede administrarse tanto por vía oral como cutánea. Es por esto por lo que es tan fácil usarla para drogar a otras personas sin que estas caigan en la cuenta.

Además, puede surtir efecto con tan solo pasar la página de un periódico, con un abrazo, dando un beso, oliendo un pañuelo, con un soplido o manejando un billete.