La tasa anual del IPRI aumentó en seis comunidades autónomas, lideradas por País Vasco, Andalucía y Cantabria, con subidas de 2,8, 2,1 y 1,8 puntos, respectivamente; se mantuvo en Murcia y disminuyó en diez, entre ellas Castilla y León que pasa del 2,0 por ciento anotado en enero al 0,4 por ciento de febrero. Canarias, Islas Baleares y Principado de Asturias registran los descensos más acusados, con bajadas de 11,7, 9,6 y 7,8 puntos en cada caso.

El mayor descenso de los precios industriales en Castilla y León se ha anotado en la partida de energía, con un 15,6 por ciento menos, mientras que aumentaron en el resto de las partidas: bienes de consumo (0,1 por ciento), bienes de equipo (0,4 por ciento) y bienes intermedios (1,8 por ciento).

En comparación con febrero de 2020 el mayor descenso de los precios industriales se produce de nuevo en energía, con un -3,2 por ciento, seguida de los bienes de equipo (-0,5 por ciento) y de los bienes de consumo (-0,4 por ciento) de modo que sólo suben los precios de la partida de bienes intermedios (3,4 por ciento).

A nivel nacional, el repunte interanual de febrero es ligeramente más moderado que el de enero, cuando los precios industriales avanzaron un 0,9 por ciento. El incremento interanual de los precios industriales en el segundo mes del año se ha debido principalmente a los bienes intermedios, que elevaron casi 2,5 puntos su tasa interanual, hasta el 4,8 por ciento, la más alta desde octubre de 2011.

Asimismo, los bienes de consumo no duradero incrementaron cuatro décimas su tasa anual en febrero, hasta el 1 por ciento, como resultado del encarecimiento de la fabricación de aceites y grasas vegetales y animales.

Por contra, la energía recortó 3,5 puntos su tasa interanual, hasta el -3,3 por ciento, por el menor coste de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica.