Fayna acude a 'Sálvame' para mostrar su apoyo a Rocío Carrasco: "La violencia disfrazada es mucho más destructiva"

Fayna Bethencourt ha acudido este miércoles a Sálvame para apoyar a Rocío Carrasco tras la emisión de las dos primeras entregas de Rocío, contar la verdad para seguir viva, la serie documental en la que relató el pasado domingo los supuestos malos tratos que sufrió por parte de su exmarido, Antonio David Flores.

La exconcursante de Gran Hermano fue el pasado mes de diciembre una de las protagonistas de la prensa del corazón a causa de la encarcelación de Carlos Navarro El Yoyas, su expareja, que fue condenado a seis años de cárcel por delitos de maltrato, lesiones, amenazas y vejaciones hacia ella y su familia.

Por lo tanto, la visita de Fanya en Sálvame ha causado expectación. "Para ella ha sido un paso más hacia su cura", ha opinado la ex gran hermana en el plató, donde ha asegurado que cree a Carrasco: "Me sentí identificada en sus palabras".

Fanya ha criticado a quienes dicen que Carrasco rompió su silencio por dinero. "Estamos hablando de una persona que ha nacido frente a las cámaras. Es un producto mediático. Me parece muy doloroso que la gente le quite credibilidad a su testimonio solo por haber cobrado", ha dicho, pues "ella genera ese dinero".

Por otro lado, ha opinado que los hijos de Antonio David Flores y Rocío Carrasco, Rocío y David, son "víctimas". "Mis hijos son lo primero, soy madre, pero no creo que ella quiera menos a sus hijos que yo a los míos", ha admitido. 

"No creo que Rocío quiera menos a sus hijos que yo a los míos"

En este sentido, ha valorado que "sus circunstancias son diferentes", pero "es normal que, en este tipo de situaciones, de abusos, la madre se rinda". Así, ha recordado la confesión que le hizo una mujer a raíz de su infierno con El Yoyas: "Le tuve que entregar a mis hijos [a su expareja] porque ellos estaban sufriendo".

"Lloré con ella, un animal herido reconoce a otro animal herido", ha expresado la entrevistada al ser preguntada por las sensaciones que le despertó el documental. "La violencia disfrazada es mucho más destructiva", ha añadido.