Rocío Peláez da vida a Adri, la mensajera de la revista Bulevar 21, en la serie Yo soy Bea, de Telecinco. Ahora, Diego, el malvado empresario, le ha pedido que se case con él.

Comenzó usted en la tele con Arrayán, ¿Qué tiene esa serie que tantos actores han dado de ahí el salto a la tele nacional?

Yo siempre digo que para mí Arrayán ha sido una escuela, además de una familia. Allí aprendí lo que es un rodaje diario, a trabajar con cámaras... Además, es la única serie en la que los actores andaluces podemos conservar nuestro acento.

Y ahora en Yo soy Bea, una serie de éxito... ¿Cómo se encuentra?

El principio fue bastante duro porque el ritmo de grabación es vertiginoso, pero mis compañeros me ayudaron mucho. A Patricia Montero la conocía de antes, y fue mi mayor apoyo. Ahora me siento más cómoda y puedo disfrutar mucho más.

Su personaje fue cogiendo fuerza con el tiempo ¿Qué cree que determina eso?

Supongo que eso significa que estás haciendo bien tu trabajo. Creo que la historia de amor entre Diego y Adriana ha creado mucha expectación desde el principio, sobre todo por la transformación de Diego, el malo que cambia por amor. Es una suerte trabajar con un actor como Miguel Hermoso, estoy aprendiendo mucho con él.

Su personaje se enamora del malo malísimo de la serie, ¿comparte con ella esa afición a los hombres difíciles?

No. De los hombres difíciles te hartas muy pronto.

Adriana comenzó en Bulevar 21 como mensajera. Además de actriz, ¿qué otros trabajos ha hecho?

He tenido mucha suerte porque de momento, sólo he trabajado como actriz.

Empecé en el instituto a hacer teatro, rodé un par de cortos y de allí me ficharon para trabajar en Arrayán, he hecho un par de trabajos más en la serie Ellas y el sexo débil y la tv movie Y a mi quién me cuida y ahora Yo soy Bea. Lo único que te puedo decir es que si he tenido que vivir otras profesiones (como de mensajera ahora en la serie), ha sido siempre como actriz.

Sin embargo, parece una condena lo de compatibilizar la interpretación con otros trabajos...

Por desgracia parece que sí. Es una profesión muy difícil y muy inestable y tienes que buscarte la vida como puedas. Yo soy consciente de la suerte que he tenido, pero también sé que pueden venir malas rachas y hay que estar preparada para ello.

Además, su personaje es algo "macarrilla" ¿Se siente identificada?

No mucho. Adriana y yo tenemos pocas cosas en común.

Cuando prepara un papel, ¿usa algún referente? ¿Cuál ha sido en este caso?

Conocí a una chica que es mensajera y le pregunté por su trabajo, para tener más datos a la hora de crear el personaje de Adriana. También me ayudó mucho Amanda Marugán, la coach de la serie. Antes de empezar a grabar tuvimos varios ensayos y fuimos creando el personaje poco a poco.

¿Es la tele un buen trampolín para el cine?

Lo bueno de trabajar en una serie diaria, aparte de todo lo que aprendes, es que te están viendo constantemente. Hay muchos casos de actores que han empezado haciendo televisión y luego han seguido su carrera en el cine. Así que espero que en un futuro no muy lejano se pueda verme en la gran pantalla otra vez.

En el teatro se gana menos, se consigue menos fama y es más sacrificado, pero todos los actores dicen amarlo... ¿también usted? ¿Por qué?

El teatro tiene la magia del contacto con el público, que no tiene la televisión o el cine. Es una de las mejores sensaciones que he sentido, y tengo muchas ganas de retomarlo.

Una de mis ilusiones es hacer una gira de teatro y volver a actuar en el escenario del Teatro Victoria en mi ciudad, Priego de Córdoba. Allí es donde empecé y sería una bonita manera de agradecerlo y retomar viejas sensaciones.

¿Cómo se ve en el futuro?

Me gustaría seguir trabajando, que no es poco. Como he comentado antes, tengo muchas ganas de retomar el teatro y de hacer cine. Por ahora, estoy muy contenta con mi personaje en Yo soy Bea.

¿Tiene algún papel soñado?

Sobre todo me gustaría hacer personajes muy diferentes a mí.

BIO: Su ciudad natal, Priego de Córdoba, acaba de nombrar a esta joven de 22 primaveras Prieguense del Año. Ha trabajado desde muy temprana edad en la interpretación y ha recibido clases de esgrima, malabares y danza afro, además de clases de interpretación.