Ernesto de Hannover asume su culpa en el juicio por un delito de agresiones y amenazas en estado de embriaguez

Ernesto de Hannover.
Ernesto de Hannover.
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Ernesto de Hannover.

Este martes ha dado comienzo el juicio contra Ernesto de Hannover por un presunto delito de agresiones y amenazas en estado de embriaguez por el que se enfrentaba a una pena de tres años de prisión. Pero, en el primer día del caso, el marido de Carolina de Mónaco ha asumido su responsabilidad. Finalmente, el juez ha condenado al príncipe a diez meses de cárcel, a no beber alcohol y a marcharse, al menos durante tres años, de su residencia actual en Austria.

El príncipe de 67 años, que va a volver a ser abuelo de su hijo Ernesto Augusto de Hannover, con quien no tiene una buena relación, ha pedido disculpas al inicio del juicio ante el Tribunal, ha lamentado lo sucedido en el verano de 2020 por el que se le han imputado esos delitos y está dispuesto a pagar los daños, tal y como ha informado el medio alemán NDR 1.

Los abogados de la defensa han alegado que, el día de los hechos, el monarca se estaba recuperando de una operación de cáncer por un tumor que le detectaron en el cuello, y también se encuentra afrontando diversos problemas legales por el patrimonio familiar contra su hijo mayor, el príncipe Ernst. También destacaron la presión que siente por la constante exposición pública y los juicios que se realizan contra él en los medios de comunicación.

La declaración del príncipe

Tal y como ha destacado Vanitatis, en el momento en el que Ernesto de Hannover ha tenido que declarar, los presentes se han percatado de que estaba teniendo cierto trato de favor al llegar antes de su hora al edificio, entrar por la puerta trasera para esquivar las cámaras y acceder a la sala del juicio por la entrada que se utiliza para las personas que ya están cumpliendo condena en prisión.

De hecho, el juez ha destacado negativamente estos detalles, le ha impedido volver a utilizar esa puerta de la sala para salir y le ha dicho que no iba a utilizar su título nobiliario ni real, sino que se iba a dirigir a él como "señor Hannover".

Durante la declaración de Ernesto de Gannover, el polémico monarca ha sostenido que no recordaba "partes de lo sucedido". Pero, además, ha declarado que alguien le suministró el alcohol sin que él fuera consciente, algo que, unido a la medicación que tomaba, causó que se encontrara fuera de sí. La defensa ha sostenido que esa persona es Ernesto Augusto de Hannover, su hijo mayor, quien habría usado al ama de llaves de la finca para su propósito.

Los delitos de los que se le acusa

Ernesto de Hannover está acusado por un delito de coacción, lesiones, resistencia a la autoridad, repetidas amenazas y agresiones a agentes de la Policía y más personas tras beber alcohol y tomar otras sustancias.

Los hechos que se le imputan sucedieron el 15 de julio de 2020 en su coto privado de caza cuando el noble llamó a los servicios de emergencias para pedir ayuda, pero las declaraciones de él y de las autoridades resultaron contrarias. Al parecer, él aseguró que los agentes le "habían atacado sin ninguna razón", mientras que ellos explicaron que Ernesto de Hannover tuvo un comportamiento agresivo con ellos y les amenazó con un cuchillo.

El monarca fue llevado a la fuerza para que se le realizara un examen psiquiátrico. Pero, días después, el marido de Carolina de Mónaco acudió a la comisaría de Scharnstein (Austria) con un bate buscando a los policías que lo detuvieron la vez anterior y, al no encontrarlos, amenazó de muerte a dos funcionarios.

El príncipe protagonizó un último altercado a comienzos de septiembre en un edificio residencial de la Fundación del duque de Cumberland, donde rompió una ventana y amenazó y coaccionó a una pareja de trabajadores.

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