Consejos para una buena higiene bucal a diario y con ayuda del dentista

Una joven cepilla sus dientes.
Una joven cepilla sus dientes.
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Una joven cepilla sus dientes.

La salud bucodental es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la "ausencia de dolor orofacial, cáncer de boca o de garganta, infecciones y llagas bucales, enfermedades periodontales, caries, pérdida de dientes y otras enfermedades que limitan en la persona afectada la capacidad de morder, masticar, sonreír y hablar, y repercuten en su bienestar psicosocial".

En este sentido, resulta realmente importante cuidar la salud bucal para evitar posibles complicaciones, algunas de ellas irreversibles, y lucir una sonrisa sana. Así, una de las principales recomendaciones de la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEDO) es que se debe acudir a revisiones en el dentista, al menos, una vez al año.

Cepillado diario y rutinas de higiene

Por otro lado, mejorar las rutinas de higiene oral es clave para evitar enfermedades como la gingivitis y no solo basta con cepillarse los dientes cada día, sino hacerlo de forma correcta. Para ello, "es importante cepillar los dientes con pasta fluorada durante dos minutos, sin olvidar la lengua y el paladar", aclaran desde la SEDO. 

El cepillado se debe hacer después de cada comida y al menos tres veces al día, aunque el cepillado más exhaustivo es el de después de cenar. Asimismo "es recomendable complementar el cepillado con cepillos interdentales, seda dental o con un irrigador oral, y finalizar con un colutorio específico que te recomiende tu dentista de cabecera".

Según los expertos en odontología, hay que cambiar el cepillo de dientes cada tres o cuatro meses al ser la herramienta principal para el cuidado de la salud bucal. Del mismo modo, algunas personas se decantan por el uso de cepillos eléctricos que pueden reducir más la placa y la gingivitis.

Cuidar la alimentación

Otro de los consejos fundamentales es cuidar la alimentación. Mantener una dieta equilibrada, beber dos litros diarios de agua y reducir la ingesta de azúcar son pautas esenciales para disminuir el riesgo de enfermedades bucodentales por la proliferación de bacterias.

Así, la SEDO aconseja consumir alimentos ricos en calcio, proteínas, flúor y vitaminas A, C, D y K. Por otro lado, hay que evitar la elevada ingesta de productos ácidos que puedan dañar el esmalte dental, así como bebidas o alimentos que tiñen los dientes como el café, el vino tinto o los frutos rojos.

Evita el tabaco y el alcohol

El consumo de tabaco y alcohol contribuye a la aparición de enfermedades e infecciones bucodentales, por "lo ideal es optar por bebidas sin azúcar y sin alcohol". Por otra parte, las encías de las personas fumadoras son más propensas al desarrollo de afecciones y, además, "provoca pérdida en la permeabilidad de las mucosas disminuyendo la oxigenación de todo tejido". Esto provoca un deterioro de la salud de los tejidos que rodean los dientes y un envejecimiento prematuro. 

Otro consejo para una correcta higiene es evitar los cambios bruscos de temperatura a la hora de ingerir alimentos o bebidas porque "los contrastes fuertes pueden provocar un aumento de la sensibilidad".

¿Cuándo acudir al dentista?

Los expertos aconsejan acudir dos veces al año, una cada seis meses, a revisiones rutinarias para la detección temprana de posibles problemas bucodentales. No obstante, resulta esencial acudir al dentista ante cualquier signo o síntoma que pueda sugerir una enfermedad. Los especialistas de Mayo Clinic recogen los más habituales:

  • Encías enrojecidas, sensibles o inflamadas.
  • Encías que sangran cuando te cepillas los dientes o usas hilo dental.
  • Encías que comienzan a separarse de los dientes.
  • Dientes permanentes flojos.
  • Sensibilidad inusual al frío y al calor.
  • Mal aliento persistente o un sabor inusual en la boca.
  • Dolor al masticar.
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