El capitán del Departamento del Sheriff del condado de Cherokee (Georgia), Jay Baker, ha afirmado que Robert Aaron Long, el sospechoso del tiroteo en el que el pasado martes ocho personas murieron en ataques a tiros contra tres salones de masajes asiáticos de Atlanta y Acworth, estaba teniendo un día "realmente malo", informa el diario Revolt.

El propio Long niega haber tenido una motivación racista para realizar este acto criminal, sin embargo lo achacó a una perturbación derivada de su "adicción sexual". Mientras que Baker asegura que el autor de los hechos "estaba harto y al final de su cuerda" mental. "Ayer fue un día realmente malo para él y esto es lo que hizo", subraya.

Del mismo modo, el capitán asegura que Long admitió los disparos. “Él afirma que no fue por motivos raciales. Al parecer, tiene un problema, lo que considera una adicción al sexo, y ve estos lugares como una tentación que quería eliminar", cuenta la autoridad.

Por el momento, Long está detenido en el condado de Cherokee por cuatro cargos de asesinato y un cargo de agresión agravada.