Ciudadanos marca su nuevo rumbo con el fantasma de una posible disolución

  • La marcha del número 3 de Rivera al PP acelera la desintegración de Ciudadanos.
  • La ejecutiva naranja se reúne este lunes para analizar la crisis desatada en Murcia, bajo la amenaza de golpe de gracia.
Inés Arrimadas, en el Congreso.
Inés Arrimadas, en el Congreso.
EFE
Inés Arrimadas, en el Congreso.

La herida abierta en el seno de Cs se agrava y amenaza con desangrar al partido. El sábado, el exsecretario de Organización de Cs, Fran Hervías, uno de los hombres fuertes en la etapa de Albert Rivera, anunciaba que dejaba el partido. Su anuncio llegó apenas 24 horas después de que se confirmara que fracasará la moción de censura de los naranjas en la Región de Murcia. Y no solo eso: Hervías confirmó ese mismo día su fichaje por el PP, lo que supone abrir de par en par las compuertas de Cs para el desembarco de cargos en la formación popular.

Pese a que Hervías ya no era secretario de Organización de Cs –dejó el puesto tras el desplome electoral de noviembre de 2019–, su conocimiento de las tripas del partido naranja supone que su paso al PP sea un golpe muy serio para la formación de Inés Arrimadas. El cargo que desempeñaba el exdirigente le proporciona una precisa cartera de contactos y un detallado entendimiento de la estructura y los cargos de la organización en toda España, lo que tiene un valor incalculable para un PP que aspira a absorber a Cs.

Por ello, el paso de Hervías al PP ha hecho saltar todas las alarmas naranjas, y altos cargos de la formación han acusado tanto al dirigente como a su nuevo partido de haber dado el pistoletazo de salida a una OPA hostil contra Cs. Una de las más claras fue la coordinadora autonómica naranja en la Región de Murcia, Ana Martínez Vidal, que aseguró que Hervías es el responsable del pacto de los tres diputados regionales naranjas con el PP para que no salga adelante la moción de censura en esa comunidad. "Ya sabemos quién estaba detrás de los tránsfugas", denunció.

La dirección nacional de Cs también se ha pronunciado en la misma línea. "Parece que el PP ha abierto la caja B y está dispuesto a pagar lo que haga falta para comprar a miembros de Cs", denunció ayer el portavoz adjunto naranja en el Congreso, Edmundo Bal, que acusó a Hervías –sin nombrarlo directamente– de haberse dejado «comprar» por el partido "de Bárcenas, de la caja B, de los sobres, de los que se van de su sede porque está sucia".

La ejecutiva de Cs se reunirá hoy para analizar la delicada situación del partido después de la espantada de Hervías y de la mitad del grupo parlamentario en la Región de Murcia, a las que se suma su expulsión del Gobierno regional en Madrid, donde el exvicepresidente Ignacio Aguado volvió este domingo a denunciar el "capricho" y el "despropósito" que supone la convocatoria de elecciones. La reunión tendrá lugar después de que la exigieran algunos de los principales dirigentes de Cs, como Begoña Villacís, Toni Cantó o Juan Marín, y se prevé que Arrimadas anuncie cambios en la dirección.

Por el momento, estos dirigentes se han limitado a exigir explicaciones por lo ocurrido estos días. Pero algunos ex altos cargos de Cs, como Juan Carlos Girauta o Marcos deQuinto, han sido mucho más críticos. El primero acusó a la actual dirección de haber «soltado a la jauría» contra Hervías, mientras el segundo lamentó la "deriva" de Cs al haberse alejado de "la foto de Colón" junto a PP y Vox. Por el contrario, el ex número uno, Albert Rivera, ha mantenido silencio.

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